Obradoiro Millo Verde SlowFood, nació oficialmente a finales del año pasado y se sitúa en la parroquia de Torroña, en Oia.
Apuesta por el rural, en femenino
Obradoiro Millo Verde SlowFood apostó desde el primer momento por mantener sus instalaciones y principales espacios de trabajo en el lugar de Torroña, en un esfuerzo adoptado de modo consciente por sus tres impulsoras, con el fin de poner su grado de arena contra el despoblamiento y desertización del rural gallego.
«Con este proyecto también queremos contribuir a poner en valor el ámbito rural y la vida en el rural, recurriendo a la tradición, pero con criterios contemporáneos», dijo Eva Cañizares.
El proyecto tiene una génesis eminentemente femenina, con sus tres impulsoras iniciales, mas también es a las mujeres rurales, en primero tenerlo, que se apela para momentos en que es precisa colaboración y serán ellas quien tengan prioridad se en el futuro el proyecto precisa más brazos a trabajar.
Recuperación del millo cuervo
Reducir al mínimo el impacto ambiental negativo de sus actividades está entre las prioridades del Obradoiro Millo Verde SlowFood, algo que no sólo tiene que ver con la protección de los recursos para las futuras generaciones, sino también con la salud y bienestar de las actuales.
En este sentido, el proyecto garantiza a no utilizar productos transgénicos en el proceso ni en los alimentos comercializados; y también el no recurso a aditivos artificiales. Quizás sea más la apuesta por la utilización del millo cuervo, (pego o meiro) el elemento más original de este compromiso con el ambiente.
El millo cuervo, cuya existencia en Galicia se tiene constancia desde el año 1618, está conociendo un período de recuperación tras su casi desaparición de nuestro país.
Segundo un estudio hecho público en el año 2013 por la Misión Biológica de Galicia, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se trata de una variedad de valor nutricional particularmente relevante debido a que supera a las demás en su contenido de antioxidantes.