El alcalde de O Porriño, Alejandro Lorenzo y la concejala de Urbanismo, Antía Carrera, acompañaron esta mañana a la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, en la supervisión de los trabajos de humanización y mejora de las calles Buenos Aires y Progreso, en las que la Xunta de Galicia invierte cerca de un millón de euros.
Según pudieron comprobar las obras “avanzan a bo ritmo” y se prolongarán algo más de lo previsto puesto que se incorporan al proyecto nuevos trabajos a petición del propio Concello y del Consorcio de Augas do Louro “acometéndose unha necesaria renovación e ampliación das redes de saneamento e abastecemento”. Del mismo modo, otra de las mejoras que se aplicarán y se confirmó hoy fue el empleo de piedra Rosa Porriño para la zona empedrada que transcurre entre el paso a nivel hasta el cruce con la calle Avelino Villasuso, que será de sentido único para el tráfico rodado con amplias aceras y elementos vegetales.
La previsión es que a finales de este año este acceso al centro de O Porriño quede totalmente acondicionado e integrado con el casco urbano, dando prioridad a los peatones. “Con esta actuación daremos vida a unha zona do centro urbano que precisa dinamizarse e acondicionaremos un dos principais accesos á vila que non reúne moitas das condicións de seguridade e accesibilidade, así reforzaremos a seguridade peonil, melloraremos a accesibilidade e tamén a estética de ámbalas dúas rúas, favorecendo a súa integración no centro urbano, e restrinxirase ademais o tráfico de vehículos pesados”, explica el alcalde. En la misma línea, la conselleira puso en valor “esta actuación transformadora da accesibilidade, da seguridade peonil e da estética da estrada PO-329 no Porriño”.
Los trabajos, que dieron comienzo el pasado mes de junio, comprenden la intervención en un tramo de casi 700 metros de la carretera PO-329 a su paso por la villa de la Louriña. Se construirán aceras más anchas, toda vez que en alguna de las zonas no podía pasar ni tan siquiera un carrito de bebé o silla de ruedas, para lo cuál se reducirá la anchura de los carriles de circulación en la reordenación de las plazas de aparcamiento; se renovarán los pavimentos; se instalará nuevo mobiliario urbano: se dispondrán bancos, papeleras y jardinera; se plantarán árboles y se mejorará la iluminación con 22 nuevos puntos de luz y con refuerzos luminosos en los pasos de cebra para garantizar una mayor seguridad.
Cinco tramos de actuación
Los trabajos se dividen en cinco tramos según las necesidades detectadas en los diferentes ámbitos. Así, se comenzó por la zona de la calle Buenos Aires, en el tramo final de la actuación. Aquí, que comprende desde la glorieta con la PO-511 y la PO-331 hasta el cruce con el río Louro, pasando bajo la autovía A-55, los trabajos están prácticamente finalizados.
En la zona más próxima al río, la prioridad era mejorar la seguridad peatonal, colocando pasos elevados y adaptándonos a la normativa de accesibilidad.
En las cercanías de la glorieta, se acomete una actuación más amplia, con la reordenación de la calzada para ganar espacio para los peatones, reduciendo el de los carriles, además de disponer sitio para los contenedores y aparcamientos, renovando y ampliando también las aceras, la iluminación y la señalización y disponiendo mobiliario urbano.
La conselleira concretó que una vez se finalicen las obras en este tramo en las próximas semanas, se intensificarán los trabajos ya en ejecución en la calle Progreso, entre el límite con Mos y el paso a nivel con la vía férrea, donde se acometerán la reordenación de la calzada y la humanización de la vía.
Finalmente se intervendrá en el tramo más complejo, entre el paso a nivel y el acceso a la empresa Frigolouro, donde los técnicos se comprometen a actuar con la mayor agilidad y cuidado para aminorar la afición y las molestias.