Comienza la temporada de setas: Síntomas de intoxicación y medidas a adoptar

Con las primeras lluvias del otoño, los aficionados a las setas proliferan en los bosques de O Val Miñor y O Baixo Miño. 

La Consellería de Sanidad destaca la necesidad de mantener precauciones a la hora de recoger y consumir setas silvestres para evitar así posibles intoxicaciones alimentarias.

La Dirección General de Innovación y Gestión de la Salud Pública recuerda que, si bien existen en Galicia especies de setas comestibles muy apreciadas en la gastronomía, también hay otras que son tóxicas e incluso muy tóxicas, y pueden llegar a resultar mortales, por lo que saber distinguir las setas antes de comerlas es fundamental.

Ante la duda a la hora de identificar una seta es mejor no recogerlo. Por lo tanto, las personas inexpertas deben coger las setas acompañadas de un experto o consultar con alguno antes de consumirlos. Además, hay que procurar no mezclar las especies en el mismo cesto; no recogerlos después de grandes lluvias o días de mucha agua, ya que esto puede modificar sus características y dificultar su identificación; y no transportarlas en recipientes cerrados o bolsas plásticas, para evitar que fermenten.

Las setas recogidas deben consumirse lo más pronto posible, no en grandes cantidades -debido a que su alto contenido en celulosa, en general, nos hace indigestas- y siempre cocinados. Asimismo, se debe guardar un ejemplar en el frigorífico, ya que puede ser de utilidad para los médicos en caso de intoxicación.

Síntomas de intoxicación y medidas a adoptar

Las intoxicaciones por setas pueden presentar cuadros muy variados, pero se puede hablar de dos grupos generales. En el primero grupo, entre tres y cuatro horas después de comerlos aparecen síntomas de carácter digestivo, náuseas, vómitos, diarrea y dolor de barriga, junto con alteración nerviosa, más o menos intensa, sensación de mareo, confusión, alteraciones visuales o calambres. Por lo general suelen ser de escasa gravedad y muy pocas veces ponen en peligro a vida de las personas intoxicadas.

Por otro lado, en el segundo grupo los síntomas aparecen después de ocho o diez horas -o mismo días- después de comer las setas y son similares a los anteriores, pero pueden resultar gravemente dañados los riñones y el hígado con una grande afectación del estado general de la persona. Estas intoxicaciones sí pueden causar la muerte.

Ante cualquiera de estas intoxicaciones, la persona afectada debe acudir al centro sanitario más próximo y comunicarle al profesional médico su sospecha; darle al especialista información sobre el tipo de seta; a ser posible llevar una muestra de la seta consumida cocinado o no -para identificar correctamente la especie consumida-; informar del lugar donde fueron recogidos; e indicar si varias personas los comieron juntas, ya que será preciso contactar con ellas para saber se tienen los mismos síntomas.

Por último, desde la Consellería de Sanidad se apela a no hacer caso de falsas normas o tradiciones sobre el reconocimiento de setas que no tienen base científica, como que son comestibles todos los que crecen en la madera o en el prado, los que aparecen roídos por animales salvajes o los que huelen bien o tienen colores agradables, porque todas estas creencias son erróneas.