Converxencia Galega acaba de presentar una moción sobre el Gas Radón para su debate y aprobación en el concello de A Guarda. Este grupo político pide también medidas preventivas para minimizar su acumulación y la medición de los índices de Gas Radón en las instalaciones públicas del municipio, así como en edificios y viviendas.
El Radón es un gas radioactivo de origen natural que emana del suelo. La exposición al mismo puede derivar a largo plazo en importantes problemas de salud.
El Gas Radón es un elemento químico perteneciente al grupo de los gases nobles. En su forma gaseosa es incoloro, inodoro e insípido y está relacionado, según algunos estudios, con el Cáncer de Pulmón.
Las fuentes de Radón en domicilios son principalmente: el suelo sobre el que se asienta el edificio, las paredes, piso, techo, agua y gases utilizados.
El radón puede penetrar en el edificio por todas las aberturas, por mínimas que sean: desde pequeñas fisuras y orificios tales como los poros de bloques de cemento. Recordemos que el radón procede de la cadena de desintegración del uranio. Este último tarda en reducirse a la mitad unos 4.500 millones de años, en cambio el radón tarda 3,8 días. Es fácil deducir que siempre habrá uranio y radio para transformarse en radón, y por lo tanto podemos concluir que la exhalación media en los domicilios no sufrirá grandes variaciones.
Medidas:
Para evitar el radón procedente del subsuelo, en el proceso de construcción se puede instalar una “barrera” previa a la capa de hormigón: se trata de instalar una capa de áridos de un espesor mínimo de 10 cm sobre el sustrato de tierra. En ella se coloca una membrana geotextil y a continuación una membrana de polietileno de 0,4 mm como mínimo (anti-Radón).
Para evitar la entrada de radón por pequeñas oberturas se procede al sellado de las mismas con resinas. Con el paso del tiempo pueden ir apareciendo nuevas fisuras por lo que conviene llevar a cabo un control visual al menos una vez por año para evitar su oxidación.