El Mecalia Atlético Guardés inició la competición liguera con una victoria de las que suponen mucho más que dos puntos. Una inyección de moral y una subida de adrenalina importante gracias a una remontada frente al KH7 Granollers fraguada en un último minuto frenético, en el que salió a relucir de nuevo el gen competitivo de este equipo, que entró dos abajo a los últimos diez minutos de encuentro. Las paradas de Míriam Sempere y los goles (9) de Sandra Santiago cristalizaron el victoria el gran trabajo colectivo del equipo de Abel González.
Todo en un último minuto de infarto. Santiago igualó a 23 y a partir de ahí vinieron una pérdida visitante, una falta en ataque de la propia primera línea portuguesa y una parada de Sempere. Por el medio, dos tiempos muertos. Tras el último, solicitado por Abel González, faltaban 13 segundos. Al Guardés le sobraron cinco. La conexión lusa entre Lima y Santiago acabó en un lanzamiento a la escuadra de la lateral de Águeda. Su noveno tanto del encuentro y el de la victoria guardesa.
Fue el colofón a un ejercicio de fe. Porque durante casi todo el choque fueron por detrás las jugadoras de Abel González, que pudo contar con Celia López gracias a una recuperación de última hora. La alicantina no tuvo muchos minutos para prevenir su maltrecho meñique, pero aportó en defensa y en ataque -un gol-.
Durante el primer tiempo, Somaza y Capdevila dañaron la defensa local. Pero cualquier amago de escapada del conjunto vallesano era cortado rápidamente por el miñoto. Sin embargo, un acelerón final de las catalanas les permitió irse dos arriba al descanso (12-14).
Tras él, las visitantes mantuvieron las ventajas en torno a lo dos goles y avanzaron por el segundo acto con los picotazos del Guardés al marcador para evitar males mayores. Santiago lideraba la ofensiva, bien acompañada por Lima, Sancha, Nuez y el juego con Carla Gómez en la línea. Así, hasta que el choque entró en el momento candente. Y ya se sabe que nadie se mueve mejor en el fuego que el equipo de A Guarda, impulsado por sus aficionados como si Tui fuera A Sangriña -se llenaron los dos buses hasta el Municipal tudense-. Ahí, donde otras se queman, las pupilas de Abel se crecen. Y así sumaron la primera victoria del curso.