La subdelegada del Gobierno en Pontevedra,  Maica Larriba, presentó hoy junto a la jefa provincial de la Dirección General de Tráfico en Pontevedra, Paula Yubero, la nueva reforma legal introducida con el Real Decreto 970/2020, de 10 de noviembre , por lo que se modifican el Reglamento General de Circulación y el Reglamento General de Vehículos y cuyo artículo 50, que rebaja el límite de velocidad de circulación genérico en vía urbana de 50 km/ h a 30 km/h para aquellas calles que cuentan con un sólo carril por sentido de circulación, entró ayer en vigor.

Una medida, que más allá de “crear calles de vida y para la vida”, tal y como explicó la subdelegada, permite reducir la siniestralidad viaria, sobre todo en el que afecta a los colectivos más vulnerables, garantizar la fluidez de los desplazamientos realizados en las grandes avenidas de las ciudades y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire de las ciudades. Larriba destacó además que “está comprobado que la reducción de 50 km/ h a 30 km/ h permite rebajar la accidentalidad en las ciudades hasta un 40 por ciento”.

En este sentido, la subdelegada señaló que “estadísticamente, el riesgo de fallecer en un accidente a 50 km/ h es del 90 por ciento mientras que se reduce al 10 por ciento con la limitación a 30 km/ h. Además, la distancia necesaria para detener un vehículo se reduce también a la mitad”.

Por otra parte, Larriba destacó que los sistemas de seguridad para peatones que incorporan algunos vehículos son mucho más efectivos a 30 km/h que a 50 km/h. La subdelegada del Gobierno recordó que uno de los objetivos de la norma es proteger a los usuarios de las vías, sobre todo a aquellos más vulnerables, que están más expuestos a un accidente en contornos urbanos que interurbanos. “Una medida, en definitiva, que permite crear ciudades más humanas y amables y que se apoya en la Agenda 2030 y en la recomendación de la limitación de la velocidad urbana a 30 km/ h establecida por la Declaración de Estocolmo de Febrero de 2020”, explicó la subdelegada.

Por último, Larriba recordó que “aunque hay ciudades que ya implantaron esta medida, los demás municipios tienen ahora que adaptar su propia normativa, planificación y señalización a la nueva regulación, pudiendo establecer límites inferiores en aquellos casos específicos que así lo consideren”.

Balance de tráfico positivo de los primeros cuatro meses del año

La subdelegada ofreció también un pequeño balance de la siniestrabilidad de tráfico en la provincia de Pontevedra durante los cuatro primeros meses del año. En este sentido, alertó de que los datos comparativos se realizaron este año tomando cómo referencia el 2019, ya que la comparativa con el año 2020 ofrece grandes distorsiones por los efectos que tuvieron el confinamiento y las reducciones de movilidad.

En lo que respeta a las vías interurbanas, Larriba destacó que los accidentes con víctimas se redujeron entre el uno de enero y el seis de mayo en un 33 por ciento y que los fallecidos pasaron de 11 a 7, lo que supone un descenso del 36 por ciento. Los heridos graves también experimentaron una bajada del 50 por ciento con respeto al mismo período del año 2019 y los heridos leves de un 40 por ciento.

En las vías urbanas, los datos provisionales revelan que el número de accidentes con víctimas se mantiene igual pero los fallecimientos caen de 3 a 2. Larriba subrayó que “durante este mismo período de tiempo, en el 2020 y pesar de las diferentes restricciones, los fallecidos en vías urbanas fueron 5, por lo que el dato actual es muy positivo”. Por último, también informó de que los heridos graves se redujeron en un 50 por ciento con respecto a 2019.

En resumen, podemos afirmar que los datos que manejamos hasta este momento están siendo buenos en cuanto a la siniestrabilidad”, afirmó la subdelegada, aunque alertó de que “es importante seguir siendo prudentes porque se aproximan fechas en las cuales la movilidad va a ser mayor y no podemos bajar la guardia”.