Más de 7 meses después de que diera comienzo la huelga indefinida de los Bomberos Comarcales de Galicia, y tras más de 600 cierres de parques por toda la comunidad, el colectivo «observa decepcionado la indiferencia y dejadez con la que las Administraciones (Xunta y Diputaciones) y afrontan las negociaciones que podrían facilitar el inicio de la normalidad».
Desde que el pasado 3 de enero se mantuviera la última reunión, a día de hoy las Administraciones no facilitan una fecha para un nuevo encuentro, a pesar de que en la última quedada la patronal aludiera a una próxima cita en la segunda semana del año.
La parte trabajadora presume que las Administraciones implicadas (Xunta y Diputaciones) están utilizando a los bomberos como arma arrojadiza ante los inminentes comicios que habrá a nivel autonómico. “Non é un xogo ao que nos prestemos a xogar” esgrime Ángel Moldes, presidente del Comité de Huelga. Por su parte, José Luis Pareja, también miembro del Comité de Huelga, quien critica la lentitud en todos los pasos que dan sus interlocutores, apunta que “tan sólo queremos desbloquear y poner soluciones a un problema que está afectando seriamente a la ciudadanía. Parece que tengamos más interés y actitud los bomberos que los propios políticos”.
Honorino Raña, secretario del comité de huelga, aclara que “está resultando moi complicado conter aos compañeiros. A falta de acción por parte das administracións fai que a presión suba sobremaneira, e todo pode estalar en calquera momento”.
La situación sin duda es compleja y desde la parte social se está tratando de mantener la calma, «pero la actitud de Xunta y Diputaciones (esquivando responsabilidades y apuntándose mutuamente con el dedo) no ayuda a resolver el problema, cada vez más cerca de unas elecciones en las que PP y PSOE parecen ser los principales responsables a ojos de los bomberos«, indican.
Lo cierto es que sin una propuesta en firme sobre la mesa, la idea de “nada tenemos, nada perdemos” cobra fuerza entre los profesionales del fuego.
Éxito de la concentración del Obradoiro que finalizará mañana día 18 a las 14:00 horas.
El pasado 15 de diciembre daba comienzo una concentración por tiempo indefinido en la que el colectivo de bomberos pretendía utilizar la Praza do Obradorio como un altavoz desde el que llegar al mundo. Y así fue. Día y noche, de forma ininterrumpida, se mantuvo presencia de los profesionales en la plaza más famosa de Galicia.
«La campaña navideña resultó ser todo un éxito. Vecinos de Santiago, pero también multitud de visitantes de toda Galicia, junto con turistas de diferentes comunidades españolas e incluso de otros países, se sorprendían ante las explicaciones que los profesionales dábamos sobre nuestra situación laboral», señalan.
En la jornada de ayer (17 de enero) en la recogida de firmas que los trabajadores mantienen en el Obradoiro, se completó la cifra de 32.000 apoyos. Cifra simbólica para los bomberos ya que 32.000€ (por debajo de la media) es el salario bruto anual que demandan estos trabajadores y con el que conseguirían elevar su retribución mensual hasta los 1670€ líquidos al mes, todavía lejos de los 1800€ – 1900€ que cualquier otro bombero cobra (haciendo menos horas y en mejores condiciones de seguridad que los trabajadores huelguistas). «Con todo, las pretensiones de las administraciones están muy por debajo».
Superado el final de la campaña navideña y viendo que el objetivo pretendido fue alcanzado con éxito, el Comité de Huelga aclaró ayer en un comunicado a los trabajadores que mañana se dará por finalizada la concentración pacífica que se mantenía en el Obradoiro, “para coller folgos e afrontar una nova etapa de acción sindical máis intensa”. Según Moisés Fernández, miembro del Comité de Huelga “é preciso reorganizarnos e mudar o foco de atención… e iso é o que toca agora”.
«El paro de esta medida permitirá reagrupar fuerzas dentro del colectivo para afrontar la nueva etapa que se ciñe sobre el tablero, en la que de ser el caso y seguir siendo ignorados, se abrirán nuevos frentes nada halagüeños«, apuntan.