El campamento urbano de este verano rompe moldes. El Concello de Tomiño ofrece una actividad novedosa y sumamente atractiva, además de formativa, a la que se apuntaron más de un centenar de niñas y niños de Tomiño y alrededores.

Las clases comenzaron el día 18 de julio y estarán abiertas hasta el viernes 29 de este mes, en las instalaciones del instituto Antón Alonso Ríos. De lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 horas, los asistentes, divididos en grupos por edades (de 3 a 14 años), pasan por varias actividades a cuál más interesante. Hay una parte científico-tecnológico, en la que niños de pocos años, construyen robots tipo Lego y los programan por ordenador para ser autónomos, andar, girar, detectar objetos, ejecutar órdenes por voz. Aprenden también diseño y programación 3D, aeromodelismo y en la segunda semana serán capaces de construir drones y pilotarlos, así como de diseñar cohetes y proceder a su lanzamiento y grabación.

Paralelamente, en otra aula, un grupo pone a prueba su destreza mental con juegos de estimulación cognitiva, ejercicios de lógica, retos intelectuales o una partida de ajedrez.

Cerca de allí, otro grupo pinta al óleo, dibuja o hace collages, y fuera, en el parque en un aula ecológica, hacen teatro y expresión corporal, con actividades que estimulan la inteligencia emocional, les preparan para hablar en público, mantener buenas posturas corporales.

Por último, están los que hacen ejercicio físico en el pabellón, con libertad de elección y de manera lúdica, al tiempo que aprenden y esperar, tolerar y compartir.

Por sí todo esto fuera poco, hay clases de primeros auxilios, en las que enseñan como hacer una reanimación, tomar la tensión, medir el azúcar en sangre, distinguir entre una bajada o una subida de azúcar o reaccionar ante un atragantamiento.

La propuesta, completa y novedosa, es obra de la Academia Galespace, de Ourense, formada por personas escalonadas en ingeniería aeronáutica, matemáticas, artes plásticas, teatro, educación física, enfermería, etc. Un grupo de profesionales, en su mayoría chicos, que además de estas tareas de divulgativas del verano, se dedican el resto del año, con mucha aceptación, a la formación en empresas, institutos, escuelas o colectivos de mayores.