Unos brigadistas que controlan los montes de Galicia para la prevención de incendios forestales, se llevaron una grata sorpresa esta misma noche cuando se encontraban en un monte de Gondomar y una Raposa se les acercó a comer de la mano de una compañera.
El pobre animal, hambriento, no se amedrentó y se les acercó varias veces para poder conseguir algo de comida que llevarse a la boca. La Raposa permaneció varias horas con ellos.
“Estábamos cenando y vimos como poco a poco se acercaba, me agaché y le di un bocadillo de jamón” comenta la brigadista.
Ahora ya tienen una anécdota para poder contar a sus familiares y amigos.
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