Live Nation

El Concello de Vigo tendrá que pagar el concierto que los Guns N´Roses ofrecieron en Balaídos el 12 de junio del 2023. Son 1,9 millones de euros (1,563 más IVA) más los intereses, contados desde que las dos promotoras, Live Nation y su socia local Sweet Nocturna, presentaron la reclamación ese mismo verano.

El gobierno local de Vigo se negó a pagar ese concierto a pesar de que el alcalde de Vigo, Abel Caballero y su concejal de Fiestas, Pablo Estévez, lo habían negociado con las dos promotoras y que el propio regidor lo había anunciado en una entrevista en TeleVigo.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Vigo considera que el Concello diseñó un contrato «a medida» de la promotora, pero que lo dejó desierto sin motivo. Sostiene que esas negociaciones, que comenzaron nueve meses antes de la actuación, son un acuerdo suficiente entre las partes.  En octubre del año 2022, Caballero se reunió en la alcaldía con el presidente de Live Nation España, Pino Sagliocco, y solo cinco días después el concejal de Fiestas, Pablo Estévez, remitió una carta de interés en la que el Concello se comprometía a pagar 1,8 millones de euros por la celebración del concierto de la banda de rock, además de ceder gratis el estadio de Balaídos para el evento. Esa carta es fundamental para el magistrado, Marcos Amboage. «La base negocial fuente de las obligaciones contractuales existió», dice el magistrado, que considera que dejar desierto el contrato del concierto en lugar de adjudicárselo a Sweet Nocturna fueron «indebidas y arbitrarias decisiones».

Después de aquella primera reunión y la carta de interés, las promotoras se pusieron a trabajar en la organización del recital. En los meses siguientes se produjo una intensa negociación entre las promotoras y el Concello, para pactar prácticamente todo, desde cuál sería la disposición del escenario o cuál sería el plan de seguridad del concierto hasta qué logotipo del Concello figuraría en los carteles. En el proceso judicial, la empresa aportó wasaps y correos electrónicos que demostraban una negociación constante con el Concello, que la empresa consideraba equivalente a un contrato. La sentencia otorga «plena validez probatoria» a esos wasaps, «Necesitamos un documento, habla con el alcalde», le pedía el responsable de la empresa al concejal Pablo Estévez, tres días antes de que este le envíe la carta de interés.

El gobierno local aseguró que la carta de interés no tenía ninguna validez y que se había utilizado una figura similar en otros procedimientos. Pero el juez desecha este argumento y dice que si el gobierno local hubiera dejado de tener interés habría podido manifestárselo a la empresa. De hecho, subraya que un contrato como este necesita meses de preparación. Y que los hubo.

Lo habitual en los conciertos es que el Concello haga un contrato negociado sin publicidad, es decir, un contrato al que solo se puede presentar una empresa, como quiere organizar el concierto de un artista concreto, contrata a la empresa que tiene los derechos sobre ese artista. Pero en este caso las negociaciones no derivaron en un contrato negociado. Por el contrario, el Concello optó por un concurso abierto, al que en teoría se podría presentar cualquier empresa capaz de organizar un concierto de relieve internacional en Vigo. Ofrecía 1,9 millones para patrocinar ese posible concierto. Las características estaban tan marcadas que la propia Sweet Nocturna aseguró que el contrato estaba hecho a su medida, «A pesar de que en apariencia la tramitación se hacía por el procedimiento abierto, del propio clausulado de los pliegos de licitación parece obvio que no habría sido así», dijo en un escrito oficial presentado ante el Concello.

El juez respalda esta versión. Dice: «El procedimiento contractual sería abierto por razón de su cuantía, pero absolutamente cerrado por razón de su objeto y posible licitador, y ya se había negociado». Y añade: «Los pliegos estaban hechos a medida de esa negociación contractual que se había venido desarrollando entre las partes». Y dice más: «El concurso se estableció en modalidad abierta pero falazmente» porque «solo podía concurrir la actora». Para el magistrado, el concurso abierto se hizo con la finalidad de «otorgar vestimenta jurídica y formal adecuada a una contratación».

De hecho, cuando el Concello de Vigo abrió ese concurso, el concierto de los Guns N’ Roses ya había sido anunciado y las entradas ya se habían agotado. Y solo se presentó Sweet Nocturna, la empresa que tenía los derechos de la banda californiana, a la que el Concello ya había prometido 1,8 millones y la cesión gratuita de Balaídos. Este contrato público tenía prácticamente el mismo valor, 1,9 millones.

Pero pocos días antes de que se celebrase, la mesa de contratación del Concello decidió excluir la oferta de Sweet Nocturna por un defecto de forma. Los funcionarios de ese órgano, presidido por la concejala de Contratación, Patricia Rodríguez Calviño, consideraron que Sweet Nocturna no había acreditado que contase con los derechos de representación de los Guns N’ Roses. La promotora sí presentó un documento firmado por Live Nation en la que esta sociedad aseguraba que tenía los derechos del grupo y que se los cedía a Sweet Nocturna para el evento de Vigo. A los funcionarios no les sirvió. La promotora aseguró que ese documento sí había servido en otros conciertos.

Pero esa mesa de contratación también estuvo llena de incidencias. La decisión de excluir a la promotora de los Guns se apoyó en un informe de la jefa de servicio de Fiestas, pero esta aseguró en la reunión que su informe no justificaba la exclusión de Sweet Nocturna. De hecho, ella misma votó en contra de esa exclusión. Aun así, la mesa de contratación apartó a la empresa. La reunión estuvo presidida por Patricia Rodríguez Calviño, que había sido cesada como presidenta unos minutos antes de la reunión porque se acababan de celebrar las elecciones municipales, ella alegó que el cese todavía no era efectivo en ese momento. El propio Concello de Vigo retrasó la toma de la decisión de apartar a Sweet Nocturna hasta después de las elecciones locales del 28 de mayo, a pesar de que el concierto era el 12 de junio. Y el concierto se celebró a pesar de que el contrato quedó desierto.

El Concello de Vigo ha anunciado en un comunicado que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia: «Cremos que a sentenza non responde á realidade dun contrato administrativo público de patrocinio publicitario, que non se cumpriron as prestacións publicitarias e que contén erros manifestos». Desde el gobierno de Caballero aseguran que esta es solo una primera sentencia de un proceso en el que el gobierno local «seguirá defendendo a razón e os intereses da cidadanía».

El portavoz del PP, Miguel Martín, ha recordado que lleva desde el principio denunciando las irregularidades de este contrato y ha criticado la «negligente gestión» de Abel Caballero y los daños que ha provocado a la ciudad. También ha lamentado que «el gobierno local haya prescindido de la partida de casi 2 millones de euros que se había reservado para el patrocinio del concierto, lo que expone a las arcas municipales a un desembolso no recogido en el presupuesto anual».

El BNG considera «da máxima gravidade que un xulgado veña de constatar as graves irregularidades na xestión do concerto de Guns N’ Roses e que condene ao Concello a pagar máis de un millón e medio de euros, de diñeiro de todas as viguesas e vigueses, á promotora privada do mesmo como consecuencia da acción ilegal e irresponsábel do goberno municipal».