El pasado viernes tuvo lugar en la Cafetería Marbella de A Guarda, la quinta y última Barferencia de Invierno 2018-19 en A Guarda, un ciclo que en esta edición contó con un total de 5 citas, en las que la afluencia de público fue extraordinaria.
Los asistentes conocieron como fue el paso de este recinto fortificado del Castillo de Santa Cruz, en pleno centro de A Guarda, tras la Guerra de Restauración Portuguesa y su paso de fortificación a elemento patrimonial, gracias a las explicaciones de Rebeca Blanco Rotea.
Blanco indicó que la fortaleza es la fortificación gallega de época moderna conservada en el extremo más suroccidental de Galicia, y formó parte del sistema defensivo gallego que protegía las poblaciones y el territorio ubicado a este lado del Miño, aunque cayó en manos portuguesas en 1665, donde se mantuvo hasta la firma del tratado de paz de Lisboa en 1668.
Santa Cruz formaba parte de un conjunto mayor que controlaba esta zona de la frontera (un conjunto formado por la Atalia de A Guarda, la batería de Camposancos, la garita del Monte Torroso, o el facho de Santa Trega), protegiendo la villa de A Guarda de los posibles ataques desde el norte y el oeste, y los diferentes accesos a la misma, bien fueran por tierra, por mar o por el río.
