A Guarda celebró en la noche de este lunes el pleno más convulso y participativo del último lustro. Más de medio millar de personas acudieron ayer al salón de plenos para seguir en directo el debate que se centraba en las obras de peatonalización y humanización de la calle Concepción Arenal.
El alcalde ratificó su voluntad de que se mantenga como vía principal de acceso al puerto para todo tipo de vehículos, mientras que el BNG le retó, entre abucheos del público, a cesarlos en el caso de que no aceptaran su propuesta de que la calle sea peatonal con acceso limitado para vehículos de carga y descargar y de emergencia.
Durante la sesión se escucharon gritos de dimisión en la intervención de los concejales, especialmente a los nacionalistas. El portavoz del PP, Roberto Carrero, increpó al Bloque por no ser ellos mismo los que se vayan en vez de tener que esperar a que los cesen. Hubo varios momentos de tensión en los que la Policía Local tuvo actuar, incluso se ordenó el desalojo de un vecino de la localidad. En el apartado de ruegos y preguntas, una veintena de vecinos expusieron sus quejas ante una sala en la que vivieron momentos de tensión.
A la finalización del Pleno, el portavoz nacionalista, Ánxo Baz, tuvo que salir de la Casa Consistorial escoltado por la Policía Local entre abucheos de varios vecinos pidiéndole “dimisión«.