La Asociación Forestal y de Educación Ambiental A Jalleira organiza un paseo geológico por la costa de Portocelo, O Rosal, este sábado 1 de febrero a las 10:00 horas y estará guiado por la geóloga Carmen Casares.
La andaina tendrá una duración aproximada del itinerario de 3 a 4 horas. Se recomienda llevar calzado apropiado para caminar por las rocas, agua y algo para picar. El punto de encuentro será en la explanada del Horizonte.
Primera parada:
En la explanada del Horizonte, donde hemos aparcado. Desde este lugar podremos observar los principales elementos que iremos encontrando en nuestro paseo. A Grova se impone en el paisaje. A ella debemos, en gran parte, que este tramo de costa sea tan peculiar y diferente de las rías gallegas.
Hace varios miles de años las nieves se acumulaban en sus cumbres y vertientes. Los derrumbes que arrastraron al fundirse tapizan ahora la costa y forman acantilados de bloques y arcillas que han actuado como un escudo que ha conservado antiguas formas costeras.
El granito es la roca que forma A Grova, la plataforma que une sus pendientes a la costa y los “coidos”, tiene nuna larga historia, es una vieja roca de más de 300 millones de años, muy viajada. Ha llegado aquí desde El Ecuador, donde nació, formando el núcleo de una enorme cordillera, hoy arrasada y repartida en trozos por el mundo. Buscaremos las huellas que tan peculiar historia ha dejado sobre ella.
Segunda parada:
Extremo norte del pueblo de Portocelo. Atravesaremos el pueblo, giramos por camino asfaltado a la izquierda y tomaremos un sendero antiguo pegado a la costa , el “camiño do Sarrido”.
Caminaremos por las rocas de la costa durante aproximadamente 300 metros, hasta salir por un senderito que enlaza con una pista que recorreremos durante medio kilómetro hasta los petroglifos “do Lapón”, que visitaremos.
En este tramo de costa es muy fácil caminar, porque el granito se comporta como si fuera una cebolla, se parte en capas concéntricas, extensas, bastante aplanadas como para que sobre ellas se puedan formar pequeñas lagunas donde se deposita el agua dulce que proviene de los acantilados. Encontraremos zonas donde las rocas están cubiertas por una capa rojiza que las protege de la erosión. Grandes diques atraviesan el granito y numerosas fallas lo fracturan.
Tercera parada, (Acantilados de Cala Redondelo):
Cogeremos los coches, y por la carretera iremos sentido Baiona durante 4,7 Km, hasta casi la entrada de Oia. Allí, a nuestra izquierda, sale una carreterita que va a la Capilla de San Sebastián (se pueden dejar unos pocos coches).
La señalización de “dirección prohibida” solo es a partir de 500 metros, no nos afecta. Pasada la ermita, a unos 150 metros, hay una fuente a nuestra derecha (Fonte de Redondelo). Allí se pueden dejar el resto de los coches. Tomaremos un sendero enfrente de la fuente, que nos conduce a la costa. Descenderemos a ella por un sendero corto. Luego hay que caminar un poco por cantos rodados, por “coidos”. Aquí nos esperan los curiosos acantilados que empezaron a formarse hace 40.000 años.
El mar estaba entonces alejado de la costa actual y el clima era muy frio. Las nieves se acumulaban en A Grova y, cuando se fundían, las aguas arrastraban grandes cantidades de sedimentos hacia la costa. Intentaremos entender lo que los grandes cantos, los suelos, o los pequeños trozos de carbón, nos cuentan sobre su historia.