La presencia de Carabelas Portuguesas ha crecido considerablemente en los últimos días en las playas gallegas. Oia no se iba a quedar al margen de esta invasión y este lunes han arribado a su costa rocosa un grupo este organismo muy similar a la medusa y que es muy peligrosa.
Un vecino de la localidad que estaba dando un paseo las avistó flotando entre las algas y las rocas en la zona del Río Agüieira, cerca del famoso pozo Redondelo, donde con la marea baja se forma una piscina natural y la gente se acerca a dar el baño.
“Estaba dando un paseo y las vi. Eran unas cinco o seis de diferentes tamaños. Estaban flotando en el agua y las llevaba la corriente de un lado para otro con la subida de la marea”, explica José Manuel Romero.
Desde el Concello advierten de no «tocar nunca la Carabela Portuguesa. Aunque parecen inofensivas por su forma y color, son muy peligrosas y aconsejamos tomar las medidas oportunas a la hora de ir a dar el baño a esa zona».
Medidas contra la picadura
El departamento sanitario de la Xunta ha fijado un conjunto de recomendaciones sobre cómo se debe actuar ante la picadura de esta especie marina.
En primer lugar, la persona alcanzada por una Carabela Portuguesa deberá salir del agua y eliminar los posibles restos de tentáculos que tenga en el cuerpo. Para realizar esta extracción deberá evitar el contacto directo con las manos, por lo que se recomienda utilizar pinzas o guantes o, en su ausencia, con el borde de un objeto rígido y plano.
Advierten de que es muy importante que en esta primera actuación en ningún momento se rasque o frote la zona afectada, ni que se empleen toallas o arena para limpiar la herida, ya que esta presión podría aumentar la liberación de veneno.
El segundo paso a seguir es lavar la zona afectada con agua de mar limpia. Señalan también que no se debe lavar la zona con agua dulce, ya que el cambio de salinidad provoca una mayor liberación de veneno. Tampoco se debe utilizar amoniaco, vinagre u orines.
A continuación, se deberá aplicar frío sobre la zona de la picadura mediante una bolsa de plástico con hielo y por un espacio de tiempo de 15 minutos. De esta manera, se evita que el veneno pase al riego sanguíneo. El último paso será desinfectar la herida con tintura de yodo para evitar posibles infecciones.
Recuerdan también que en caso de contar con servicio de socorrismo en la playa, se deberá acudir al mismo y que, en caso de padecer síntomas generales como náuseas, vómitos, mareos, calambres musculares, dolor de cabeza o dificultad para respirar, se deberá acudir al centro sanitario más próximo o llamar al 112.