Concello de Baiona
Imagen del Concello de Baiona con la pancarta en la fachada contra la violencia de género

El Concello de Baiona ha sido galardonado con el premio a las buenas prácticas contra la violencia de género que otorgan el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a las entidades locales, en su IV edición.

Una iniciativa con la que el Gobierno y el ámbito municipal impulsan la lucha contra esta lacra mediante la visibilización de actuaciones y programas de sensibilización, prevención y atención a las víctimas de diversos ayuntamientos.

Junto al Concello de Baiona, han sido galardonados otros ocho consistorios con unos premios que reflejan la importancia de la coordinación entre administraciones para hacer más eficiente la lucha contra la violencia machista. Precisamente, la coordinación ha sido uno de los ejes del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en su política contra una lacra que el año pasado causó el los asesinatos de 56 mujeres, según el balance provisional de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Así consta en la Estrategia Nacional que el Gobierno aprobó en 2013 con el fin de trazar un marco de actuación contra la violencia contra las mujeres.

Los premios a las buenas prácticas de las entidades locales en este campo se dividen en tres categorías: sensibilización, atención y apoyo a las víctimas, y coordinación y detección. Dentro del primer campo, el de sensibilización, es donde el consistorio de Baiona ha sido galardonado.

El ayuntamiento de Baiona ha llevado a cabo numerosos talleres y jornadas pedagógicas dirigidas a asociaciones, alumnado, personal docente y profesionales de los ámbitos médico, social y policial por el cual se le ha otorgado este premio.

Estos premios suponen dar respaldo e impulso a proyectos locales, esenciales en la mejora de la sensibilización, la prevención y la asistencia a las víctimas de esta lacra. Son propuestas e iniciativas que abarcan el trabajo en la comunidad educativa, la actuación de las policías locales y el papel esencial del personal sanitario, de servicios sociales y de la judicatura, sin obviar el rol relevante de las asociaciones y la necesaria implicación de la ciudadanía.

Proyectos, en definitiva, que son suma de voluntades y de funciones. Por esta razón, entre otras, España cuenta con uno de los sistemas más avanzados del mundo para atajar la violencia de género.