Palacín

El portavoz de C21 considera trágico por el resultado final y esperpéntico por el proceso de ejecución lo acaecido con el acueducto de Caldelas, derribado en una actuación de la Confederación Hidrográfica.

Palacín afirma que “en este caso la burocracia aséptica de las administraciones públicas condujo al derribo de un patrimonio etnográfico que si se salva será gracias a la sensibilización vecinal”.

Desde C21 también se sorprenden de que el Sr. Alcalde de Tui considere, (según declaraciones), como “impecable” este procedimiento administrativo, «partiendo de la base de que en el momento del destrozo, el Gobierno Local pensaba que el Pontillón se ubicaba en la demarcación de Tui, y faltó voluntad política para evitar su destrucción». Palacín considera que «el proceso de desmontaje, si hubiese sido imprescindible para el proyecto acuícola, no debía haber sido traumático sino arqueológico, con una catalogación rigurosa, y no acabar de este modo«.

C21 aboga por un acuerdo con el ayuntamiento vecino de Salvaterra, donde se encontraba oficialmente el acueducto, para que el Pontillón se recupere, «y que los vecinos de Caldelas puedan disfrutarlo debido al vínculo emocional existente y más si las arcas tudenses sufragan la reconstrucción tal como prometió el Sr. Cabaleiro».