El Servicio de Emerxencias de Galicia 112 alertó ayer a las 11:31 horas a la Policía Local de Vigo de un incendio urbano declarado en una vivienda de la calle José Antela Conde, en cuyo interior se encontraban personas atrapadas.
Varias unidades motorizadas se desplazaron de inmediato al lugar y localizaron a un hombre en el balcón del inmueble en llamas. Los agentes le solicitaron a gritos que abriese la puerta del edificio para poder acceder y auxiliarle, pero el varón se negó a colaborar, dificultando la intervención de los equipos de emergencia.
En ese momento, un electricista que se encontraba en la zona ofreció su ayuda y consiguió manipular el cuadro de los telefonillos para desbloquear el portal y facilitar el acceso a los servicios de emergencia.
Una dotación de bomberos del parque de Teis llegó poco después y, acompañada por los agentes, los bomberos lograron acceder al piso utilizando una radiografía para abrir la cerradura. Mientras tanto, parte del equipo de bomberos evacuó al morador mediante una escalera extensible, evitando que resultara afectado por el humo y las llamas.
La intervención, que se prolongó durante dos horas, incluyó el desalojo de los vecinos, la extinción del incendio y la ventilación del inmueble.
Tras sofocar el fuego, los equipos de emergencia identificaron tres posibles focos de inicio de las llamas, que afectaron al salón, la cocina y el hall de entrada. El interior de la vivienda se encontraba lleno de residuos y basura esparcidos por las estancias, lo que apuntaría a un posible caso de síndrome de Diógenes.
El morador, de 30 años, declaró que era inquilino del piso y que la propietaria le había comunicado hacía unos meses la necesidad de abandonar la vivienda, con fecha límite precisamente ayer. Según su versión, el incendio se habría originado de manera accidental mientras fumaba un cigarrillo.
Sin embargo, los agentes consideraron que esta explicación no se correspondía con la localización de los tres focos de fuego, por lo que procedieron a su detención por la presunta comisión de un delito de incendio intencionado, al haber puesto en riesgo la vida del resto de vecinos.
Posteriormente, y con ayuda de la comunidad, los agentes contactaron con la propietaria del inmueble, que confirmó la versión sobre la inminente marcha del inquilino. El piso quedó precintado a la espera de las investigaciones de la Policía Científica.
FUENTE: POLICÍA LOCAL DE VIGO