ALFREDO

“El cultivo del mejillón es el alma económica, social y cultural de nuestras rías. Con investigación y sostenibilidad, aseguraremos su futuro para las próximas generaciones”, afirmó Ricardo Herbón, presidente de la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega), en la apertura de la jornada de trabajo celebrada hoy en el Auditorio de Vilagarcía de Arousa.

El encuentro sirvió para presentar al sector los resultados de dos trabajos de investigación que refuerzan el compromiso de la organización con la sostenibilidad y la innovación.

Ambas investigaciones, realizadas por equipos de expertos de reconocido prestigio, destacan la sostenibilidad y la capacidad innovadora del cultivo de mejillón, subrayando su impacto económico, social y ambiental. El primer informe, titulado «Indicadores de Sostenibilidad del Cultivo de Mejillón», elaborado por Diana Zúñiga y Uxío Labarta en colaboración con Inxenia Desarrollos Tecnológicos S.L., analiza el equilibrio entre la capacidad de carga de las rías gallegas y la producción actual de mejillón. Por su parte, el segundo informe, «Servicios Ecosistémicos Prestados por el Mejillón Cultivado«, dirigido por Antón Álvarez Salgado (IIM-CSIC), Severino P. Ibánhez (IIM-CSIC) , Ana Vila, Ruth Iglesias, Isabel Fuentes y Nicolás V Robineau pone de relieve el papel del mejillón como motor ecológico y económico.

Conclusiones principales de los trabajos:

1-Indicadores de sostenibilidad del cultivo de mejillón

  • El primero de los informes confirma que las rías gallegas cuentan con una extraordinaria capacidad para sostener el cultivo de mejillón gracias a su sistema de afloramiento costero, que aporta nutrientes esenciales. Sin embargo, señala que la sostenibilidad a largo plazo dependerá de la gestión del sector, así como de estrategias adaptativas frente al cambio climático.
  • Semilla y captación: Se subraya la importancia de la disponibilidad de semilla, recomendando el uso de modelos predictivos para mejorar la eficiencia de su captación en colectores y zonas naturales.
  • Impacto del cambio climático: Las alteraciones en patrones de viento y eventos extremos podrían influir en los ciclos reproductivos del mejillón, requiriendo estrategias resilientes para garantizar la estabilidad de la producción.

2-Servicios ecosistémicos prestados por el cultivo de mejillón

  • Este segundo estudio destaca que el mejillón no solo es un recurso económico, sino también un pilar ecológico y social que aporta múltiples beneficios:
  • Servicios de provisión: Cada año, el cultivo produce 16.000 toneladas de proteínas (suficientes para 900.000 personas) y 41.200 toneladas de carbonato cálcico, usado en agricultura e industria.
  • Regulación ambiental: Los mejillones actúan como grandes filtradores -hablamos del 30% del agua de las rías-. Además, la preservación de biodepósitos y la reutilización de las conchas pueden reducir significativamente las emisiones de carbono.
  • Servicios culturales y de soporte: Las bateas favorecen la biodiversidad al crear hábitats marinos y desempeñan un papel clave en la protección costera, además de ser un símbolo del patrimonio gastronómico y cultural de Galicia.

Un sector estratégico que quiere blindar su futuro

Actualmente, las rías gallegas mantienen un equilibrio sostenible en el cultivo de mejillón, y no se registra sobreexplotación en la capacidad de carga de los ecosistemas, según destacó el presidente de Opmega tras conocer el resultado de los informes. En este sentido, señaló que, tal y como defiende el sector, el modelo de gestión ha permitido sostener una producción “sin impactar de manera crítica los ecosistemas, asegurando que el actual nivel de explotación sea compatible con la salud ambiental y la viabilidad económica del sector”, explicó Herbón.

Ambos trabajos inciden en que el cultivo del mejillón es esencial para Galicia, generando más de 8.000 empleos directos. Durante la jornada, los participantes tuvieron la oportunidad de interactuar con los científicos y debatir cómo estas investigaciones pueden servir de guía para afrontar los desafíos del cambio climático y fortalecer la competitividad del sector en un mercado global.

«El mejillón gallego no es solo un producto, es un modelo sostenible que conecta economía, medio ambiente y cultura», afirmó Uxío Labarta, mientras Antón Álvarez Salgado subrayó que el cultivo de mejillón no solo genera riqueza, también protege y mejora los ecosistemas costeros.

Los dos informes impulsados por Opmega han sido financiados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y Acuicultura, como parte del Plan de Producción y Comercialización 2024 de la organización bateeira. La jornada concluyó con el compromiso del sector de seguir invirtiendo en ciencia e innovación para garantizar un modelo de producción sostenible que mantenga a Galicia como líder internacional en el cultivo de mejillón.