El examen del teléfono móvil de Déborah Fernández, la joven viguesa que apareció muerta en O Rosal en el 2002, no rebela información alguna relativa a contactos, llamadas o SMS.
Así lo notificó el Juzgado de Instrucción Nº2 de Tui, tras el análisis realizado por la Policía Nacional al móvil que fue hallado en dependencias policiales casi veinte años después de haber sido entregado por la madre de la joven.
En un comunicado, la familia de Déborah recuerda que el teléfono apareció sin su tarjeta SIM, un hecho «que no se explicó» a pesar de las reclamaciones realizadas por sus abogados.
Si bien era esperado este resultado, por parte de los letrados de la Familia de Déborah se muestra su indignación por cuanto el Informe está firmado desde septiembre de 2023, no siendo remitido al Juzgado hasta el 15 de enero de 2024, constando sólo de nueve líneas y sin dar explicaciones de las actuaciones llevadas a cabo. «Cuando además la Policía Nacional se negó a que los peritos de las partes estuvieran presentes cuando se llevara a cabo la pericia, negativa a la que accedió el Juzgado de Tui«, indican.
El Juzgado también ha informado que se procederá a la toma de ADN del único investigado, eso sí, sin la presencia de los letrados de la familia de Déborah, resolución que ha sido ratificada por la Audiencia Provincial de Pontevedra. «Esta prueba había sido pedida por los letrados de la acusación visto que la obtención de ADN del actual investigado efectuada en 2002 era del todo punto irregular pues no había dato fehaciente alguno de que fuera a él a quien se había tomado; y la de 2010 o bien no se remitió al Instituto Nacional de Toxicología o bien el resultado de la misma no se unió a las actuaciones, pues no constaba el resultado de dicha prueba», señalan.