Valentín G. de Garibay

El Mecalia Atlético Guardés comienza con mal pie la lucha por el título liguero. Las de Ana Seabra firmaron un partido muy mejorable de ida de cuartos de final este miércoles en Valladolid, donde el anfitrión pudo dominar casi los 60 minutos gracias a numerosas pérdidas, riesgos poco medidos e imprecisiones por parte del equipo de A Sangriña.

En la segunda parte, el Guardés tuvo la oportunidad de desventaja de seis goles con la que se había ido al descanso, y estuvo a punto de conseguirlo gracias a la aparición de Estela Carrera en la portería y a los aciertos de Elena Amores y María Palomo (5 cada una), así como de Ceci Cacheda y Pauli Fernández (4). Pero su rival se hizo grande en casa, estuvo más atento en las jugadas decisivas y consiguió así mantener la renta y dar la sorpresa frente al líder. De esta manera, este sábado el Mecalia tendrá que vencer al Aula por 7 goles si quiere reclamar su pase en semifinales y seguir en el camino del sueño liguero.

El primer gol de los cuartos llegó de la mano de Pauli Fernández, apenas medio minuto después del silbato inicial. Al Guardés le dio tiempo a marcar otros dos antes de que se estrenase su rival en el marcador, ya que las vallisoletanas comenzaron teniendo muchas dificultades para entrar en el área del conjunto de A Sangriña mientras que el ataque guardés funcionaba a pleno rendimiento.

Pero el bloqueo local no duró demasiado, y lo rompió una acertada Martina Romero desde los seis metros. La siguió a continuación también Inoa Lucio, aprovechándose de una pérdida rival primero y encajando la vaselina en la red de Míriam Sempere después, dejando así el encuentro en tablas al comienzo del primer parcial (3-3, min. 5).

El Aula había entrado en el partido, lo que se demostró en un marcado incremento del ritmo. Los goles se sucedían de la mano de un anfitrión crecido, que demostró grandes actuaciones en el lanzamiento y pudo aprovecharse además de distintos errores en la línea guardesa. Cinco minutos después, el luminoso declaraba la ventaja local (8-6, min. 10) que, aunque reducida todavía, amenazaba con poner el duelo cuesta arriba para las de Ana Seabra.

La renta se mantuvo en el margen de los dos goles a favor del Valladolid, pero el Guardés parecía estar viviendo un bloqueo más peligroso. El equipo de A Sangriña siguió sufriendo de pérdidas en los minutos a continuación y pecó de dos importantes desaciertos desde la línea de siete metros. Tampoco Sempere parecía frenar la crecida local bajo palos, frente a una Alicia Robles en la puerta rival que también contribuía a impedir el liderazgo gallego en el marcador.

Ni siquiera la salida de Ceci Cacheda a la pista pudo encontrar la manera de que el ataque de las suyas volviese a funcionar, sumándose al cúmulo de problemas que llevó a la preparadora del Mecalia a solicitar el tiempo muerto al borde del minuto 20, justo después de que las vallisoletanas llevasen su ventaja de nuevo hacia los tres goles (12-9).

Los comentarios de Seabra parecieron surtir efecto, ya que el Guardés mejoró su calidad defensiva en los siguientes movimientos, lo que también contribuyó a que la llegada de goles disminuyese un poco. Fue también responsable Estela Carrera, quien había salido ahora la pista y en apenas unos minutos acumuló cuatro paradas, una de ellas sobre un lanzamiento de penalti.

El problema del equipo de A Guarda era ahora de corte ofensivo. Aunque en buena medida conseguía frenar ahora a su rival, faltaba su clásica magia en ataque que le permitiese desprenderse de la ventaja vallisoletana. Hasta el pitido que marcaba el ecuador del partido, el Mecalia solamente llegó a anotar dos tantos más, lastrado por algunos errores y frenado en gran medida por la defensa de Alicia Robles en la portería, que llegó a acumular siete paradas solamente en la primera parte del encuentro. Por su parte, el anfitrión siguió transformando las imprecisiones y tomas de riesgos guardesas y creció y creció en el marcador hasta cerrar esta primera mitad ostentando la máxima ventaja de todo el partido (17-11, min. 30). El Guardés tendría que orquestar una de sus ya clásicas remontadas si quería asegurar un buen punto de partida de cara al partido del sábado que decidiría su pase a las semifinales.

Pero no sería sencillo. Aunque Cecilia Cacheda rompió la racha de desaciertos con su penalti al poco de la reanudación, lo cierto era que el Valladolid no había bajado el ritmo desde que se fue los vestuarios. Aunque el primer parcial fue un igualado 2-2, pronto el anfitrión siguió aumentando su renta y valiéndose de más errores en la barrera guardesa (22-13, min. 38).

Pero en los compases siguientes el Mecalia recobró la confianza. Después de un nuevo tiempo muerto llamado por Ana Seabra, las suyas coincidieron por fin y dejaron un impresionante parcial de 0-4 que hacía saltar las alarmas en Huerta del Rey (22-17, min. 42). Aunque todavía lejos, el Guardés conseguía acercarse hasta distancias más manejables, para al menos cerrar este partido de ida con un resultado con el que poder trabajar el sábado.

También seguía jugando una parte crucial Estela Carrera en la portería, frenando con contundencia a un Aula que acumuló más de cinco minutos sin anotar. Lo hizo de nuevo pasado el ecuador de esta segunda mitad y desde los siete metros, aunque sabiendo que le había dado alas a un rival que tenía 15 minutos más para rebajar solamente cinco goles, de una manera similar en que había logrado hacerlo en el último cruce liguero entre ambos del pasado 29 de marzo.

El Guardés de esta segunda parte se parecía ahora mucho más al que nos tenía acostumbrados a lo largo de toda la liga regular. El objetivo se concentraba ahora en reducir la distancia lo máximo posible, y por momentos lo conseguían las de Ana Seabra, aunque el Aula se recuperaba por momentos y volvió a igualar el ritmo con un parcial de 3-3 (25-21, min. 50).

Los minutos finales serían frenéticos. La técnica del Mecalia solicitó una última pausa para preparar un último parcial que las suyas encaraban todavía con una desventaja complicada. Al minuto 56, una acción sobre Cecilia Cacheda propició una tarjeta roja a Savina Bergara que dejo al Guardés con una superioridad numérica a aprovechar en estos compases finales.

Pero no fue así, ya que el Aula seguía creciendo en un Huerta del Rey que lo llevó en volandas. El Mecalia hizo lo que pudo y dejó aciertos prometedores, pero no había ya nada que hacer frente a un rival que se había hecho grande en su casa y había logrado dar la sorpresa y cerrar este partido de ida de cuartos de final seis goles por delante (34-28, final). Una semana más, las pérdidas de balón pesaron entre las filas guardesas, que llegaron a ser unas 12 en todo el partido, y por ello una segunda parte, prometedora e igualada de 17-17, no fue suficiente para que las de Ana Seabra superasen al equipo pucelano. Tendrán que hacer un examen de conciencia para conseguir la hazaña en A Sangriña este sábado, donde el encuentro de vuelta decidirá el ocupante de esa plaza de semifinales.

Crónica: Elena García