El Mecalia Atlético Guardés se mantiene en el camino de la derrota. En su visita a la pista del Super Amara Bera Bera para recuperar el partido aplazado de vigésima jornada, las de Ana Seabra se vieron dominadas este miércoles casi en todo momento por un rival muy superior en número y físico. Sin embargo, fue un partido de grandes actuaciones entre las filas guardesas, con una defensa compacta que limitó mucho a las locales en la segunda parte, y con salidas de ataque importantes para mantenerse cerca en el marcador.

Entre estas últimas destacaron Elena Amores y Carme Castro, brillantes ambas desde los extremos, y también fue vital el papel de María Sancha como central a la hora de dirigir el juego en la primera mitad. Por lo demás, el Guardés sigue su camino en esta recta final de la liga regular, con resultados más negativos aunque esperables dado el momento de descanso de la plantilla principal y la necesidad de concentrar esfuerzos en la eliminatoria por el título del próximo mes. La victoria, eso sí, aprieta la lucha entre un Bera Bera afianzado en la tercera plaza y un Costa del Sol Málaga que puede ver peligrar el segundo puesto.

El marcador lo inauguró la local Giuliana Gavilán, encajando el esférico en la red de Míriam Sempere poco después del primer minuto y medio desde el comienzo. Fue uno de los pocos huecos que pudo aprovechar el equipo donostiarra en este inicio de partido en la compacta defensa guardesa, que demostraba mucha atención y un muy buen ritmo ya desde el comienzo.

El primer gol por su parte, sin embargo, no llegó hasta entrado el cuarto minuto, y lo hizo de la mano de un penalti lanzado por Pauli Fernández. Las guardesas habían generado varias ocasiones, pero se veían muy frenadas por una Tamara Kostic en la portería que ya en aquel momento acumulaba tres paradas.

El ritmo de partido era muy veloz, si bien en estos primeros parciales lo marcaban principalmente las anfitrionas. El Guardés conseguía frenarlas hasta cierto punto, ya que en tamaño las vascas son muy superiores y por ello encontraban varias oportunidades para penetrar en la barrera defensiva, y ese era en cierto modo el mismo motivo que no permitía a las de Ana Seabra labrarse su camino hacia la puerta rival. Para el octavo minuto, la renta local se alzaba ya a los cuatro goles, lo que llevó precisamente a que la técnica llamase al tiempo muerto (5-1, min. 8).

Y las explicaciones de Seabra parecieron surtir efecto, ya que en los movimientos posteriores las suyas marcaron sus primeros goles en juego más allá de aquel penalti inicial. Primero Blazka Hauptman y después María Sancha encontraron sendas vías hacia la portería del Bera Bera, y esta primera parte llegaba a su primer tercio con una diferencia en el marcador algo más asequible (5-3, min. 10).

En los minutos siguientes se confirmó este cambio de dinámica, ya que las de A Guarda demostraban ahora un juego en ataque con mucha más garra e intención, y en consecuencia, estaban encontrando más espacios para el gol. El siguiente parcial, de 3-3, así lo demostraba, aunque el luminoso seguía indicando los efectos de la superioridad inicial de las locales, con la ventaja de entre los dos y tres goles todavía presente (8-5, min. 15).

La igualdad en pista era ya vigente, con ambos equipos demostrando un gran juego tanto en ataque como en defensa y creciendo muy poco a poco. Un nuevo acierto de María Sancha, seguido por un gol desde puerta de Míriam Sempere a portería vacía, dio al Guardés esperanzas de poder aplicar esa igualdad al resultado (10-7, min. 20). Sin embargo, el Bera Bera pronto respondía y no dejaba peligrar demasiado su liderazgo en el marcador, gracias a una capacidad de contragolpe muy veloz que la defensa guardesa no siempre podía limitar.

Aún así, el Mecalia había afinado su ritmo y, como es característico entre sus filas, no perdía las ganas de seguir intentándolo, liderado por una gran actuación de María Sancha como central. Un gran parcial de 2-4 mantenía entre las de Ana Seabra la confianza, a pesar de no verse aún reflejado en el marcador con una distancia con la que comenzar a acercarse (12-9, min. 25).

En los últimos cinco minutos de esta primera mitad, sin embargo, el Bera Bera volvió a crecer y a seguir transformando su superioridad física. Un nuevo parcial de 3-1 volvía a cambiar las tornas y el Guardés tendría que remontar una ventaja de hasta cinco tantos si quería volver a la senda de la victoria y llevarse los dos puntos de vuelta a casa (15-10, min. 30). Sin embargo, eso fue precisamente lo que logró el pasado domingo en O Porriño. La esperanza nunca está perdida para este Mecalia.

Y ese era el objetivo. Carme Castro fue ahora la encargada de reiniciar el goteo de goles, con su tercer acierto en todo el encuentro un par de minutos después de la reanudación, y repitiendo la jugada en los compases siguientes. Así, un parcial de 0-2 inauguraba esta segunda mitad del encuentro, a favor de un Guardés decidido a seguir acercándose (15-12, min. 35).

Todos los esfuerzos se enfocaban visiblemente en la misión remontada, ya que las de Ana Seabra defendían ahora con uñas y dientes la puerta de Míriam Sempere. La barrera guardesa se mostraba en su mejor momento, y por ello las locales anotaron un único gol en los primeros diez minutos desde la vuelta. Sin embargo, la barrera defensiva donostiarra tampoco lo ponía nada fácil, así que la frenada local no fue suficiente para que el Guardés lograse su objetivo (16-13, min. 40).

Y fue entonces cuando el Bera Bera pareció despertar. Tres goles consecutivos y debidos a varias pérdidas de balón visitantes volvieron a alzar al conjunto de Imanol Álvarez, que veía ampliada su superioridad de nuevo y ya comenzaba a ver la victoria acercarse. Al ecuador de esta segunda mitad, la renta del descanso volvía a repetirse (19-14, min. 45).

La preparadora de las de A Guarda solicitó un segundo tiempo muerto, aunque consciente de que lo tendrían muy difícil las suyas para recuperarse en el marcador. Y así fue, ya que comenzaron a pecar de importantes desaciertos en el lanzamiento a portería en contragolpes que serían clave para mantenerse cerca. Por su parte, las locales vivían un festín de goles, y la diferencia se hacía cada vez más grande, llegando a sumar los 8 goles de ventaja (24-16, min. 50).

En el último parcial, el Mecalia volvió a demostrar importantes señales de vida, aupado por una Míriam Sempere que cumplía con creces desde la portería y por nuevas salidas brillantes en el juego ofensivo. Consiguió volver a acercarse, pero tendría que mantener el ritmo y sobreponerse al cansancio en los compases finales si quería tener alguna opción de pelear por puntuar (25-19, min. 55). Sin embargo, no fue así, y las locales mantuvieron su superioridad hasta el pitido final, que cerraba el partido con una renta incluso mayor a la que abría esta segunda parte (27-21, final).

Con todo, fue una mitad muy trabajada por las de Ana Seabra e igualada con respecto a su rival (12-11 el parcial), en la que el equipo natural de A Guarda y campeón de la liga regular demostraba una vez más su resiliencia y capacidad de recomponerse aun con todo en contra. Así el Guardés sumaba su tercera victoria de esta Liga Guerreras Iberdrola 2024/2025, y la primera que se producía por una diferencia holgada, y no era capaz de lograr el pleno de victorias venciendo a su eterno rival donostiarra. Un resultado que afianzaba al Bera Bera en la tercera plaza clasificatoria pero sin efectos para el conjunto de A Sangriña en esta fase liguera, pero que suponía un importante ensayo de un encuentro con muchas posibilidades de repetirse en la auténtica lucha por el título del próximo mes de mayo. Para entonces, eso sí, la plantilla guardesa recuperará las importantes ausencias que, junto con otros factores, vienen mermando sus últimos resultados.

Crónica: Elena García