El Mecalia Atlético cedió su primer punto del año como local. Y lo hizo, de nuevo, con un final amargo frente al Unicaja Banco Gijón. Si en la primera vuelta cayó con un tanto sobre la bocina, en esta ocasión concedió un empate en un infausto minuto final. Porque el conjunto miñoto ganaba 28-26 justo antes de entrar a los 60 segundos definitivos.
Un gol de Cecilia Cacheda recortó. Después vinieron unos instantes con muchos nervios, en los que las locales tuvieron tres pérdidas que acabaron por costarles el triunfo con un gol de María Palomo para igualar. Y aún pudo ser peor porque en los siete segundos restantes, el Guardés extravió otra bola más.
Ahí estuvo la clave del resultado final. La escuadra de José Ignacio Prades perdió 14 balones en total, que lo lastraron demasiado. Y eso que Miriam Sempere firmó un partido estratosférico. La portera de Santa Pola brilló con luz propia y frenó en seco al ataque asturiano en una sensacional segunda parte.
Fue el punto de apoyo para el crecimiento local tras un final de primer tiempo en el que había acelerado a fondo. Un parcial de 4-0 neutralizó el 12-15 que había obtenido el colectivo gijonés para irse al vestuario con ventaja (16-15). Todo tras un primer acto con alternativas, en el que ambos conjuntos ofrecieron un gran espectáculo al abarrotado pabellón de A Sangriña, vestido con sus mejores galas por la elección del envite como ‘partido estrella de la jornada’, con las cámaras de Teledeporte retransmitiendo.
En la segunda mitad, el Guardés mantuvo el tipo pese a sus pérdidas y a varios fallos en contraataques claros. Y justo cuando un arreón permitió a las de Prades lograr una ventaja de dos goles e incluso pensaban en mantenerla para ganar también el golaveraje, llegó ese amargo minuto final, en el que, más que sumar un punto, el Mecalia lo perdió. Este resultado deja quinta a la escuadra miñota, tal como estaba, pero a la espera de quMálaga, Rocasa y Elche -que juegan entre sí- resuelvan sus partidos de la jornada, aplazados por la competición europea.