La victoria del Mecalia Atlético Guardés esta noche contra el Rocasa Gran Canaria (22-24, 10-8 al descanso) se explica desde la paciencia. Desde la calma de un equipo que, a pesar de no encontrarse cómodo durante casi 45 minutos en la pista, espera cauto su momento para confiar en sus virtudes y asestar un golpe a su rival del que ya no puede recuperarse.
La primera parte está claro que le sobró al equipo gallego -falta de lucidez, errores de pase y de lanzamiento, muy castigadas en defensa (4 exclusiones)- y, aún así, las de Prades se recompusieron con una acertada actuación de Sarah Valero en seis metros y con la guardameta Marisol Carratú de nuevo como protagonista.
El primer lanzamiento del partido se estrelló en el poste. Fue un lanzamiento de la ex del Guardés Haridian Rodríguez y casi fue un presagio de lo que se sucedería durante los minutos posteriores: errores para ambos conjuntos de lanzamiento, de pase, faltas en ataque, etc. La primera línea canaria -con María González como central y Anastacio y Lussón en los laterales- se movía para intentar facilitar los potentes lanzamientos de sus artilleras, pero Carratú ya se hacía notar. Bravo estrenó el marcador (0-1), pero Falcón respondió rápido y un nuevo error de las gallegas fue aprovechado por el Rocasa para correr, anotar y lograr la primera renta (2-1). Hubo mucha igualdad durante unos minutos, hasta que la casi recién llegada Jaqueline Anastacio se empeñó en tirar del carro y empezar a decantar la balanza para las locales.
Las exclusiones empezaron a sucederse y en estas desigualdades el Rocasa seguía sacando rédito (del 4-5 o 6-7 se llegó al 7-7). Lorena Pérez estrelló otro balón al poste, Campos tampoco acertaba y a Lussón no le temblaba el brazo (8-7). Apareció Silvia Navarro para atajar un 7m a Campos y Prades, viendo cómo se estaban desarrollando las últimas acciones, no dudó en pedir tiempo muerto. Se fueron sucediendo las rotaciones, pero no hubo reacción gallega y después de que Tiddara Trojaola colocase por primera vez el +2 (10-8) en el minuto 24:20 hubo ocasiones perdidas por ambos conjuntos y se llegó con el mismo resultado al final de la primera parte.
Y, poco a poco, se fue cuajando la remontada del Mecalia, que se iba afianzando en sus virtudes y minimizando sus errores. Tras un intercambio rápido de goles se erigieron como referentes Sarah Valero en 6 metros y Rosario Urban desde el extremo y en el juego con balones rápidos. El Guardés, con dos pivotes, deshacía la solidez defensiva local y por primera vez en más de quince minutos el marcador del Antonio Moreno volvía a lucir tablas (Min. 38, 12-12). Llegó después el 13-15 y el Rocasa empezó a desesperarse con Carratú. Campos anotó, se puso tres por delante el Guardés, Carratú sumó otro balón detenido y Valero colocó una renta de cuatro goles (15-19) que devolvía la cordura a las gallegas.
Claro que Herrera y Santana pararon el partido, pero el Rocasa, a pesar de la actuación de Anastacio (10 goles en total) ya no pudo controlar a un Guardés más calmado, seguro de sí mismo y protegido de manera magistral por Carratú bajo palos. Como anécdota queda ya su última parada a falta de 6 segundos aplaudida por todo el banquillo. Con este trabajado 22-24, segunda victoria consecutiva en Liga y una tercera plaza virtual, el Guardés deja ahora paso al sueño europeo.
CRÓNICA: NURIA LAGO