Cuando todo el mundo pensaba que la corrupción castigaría a Mariano Rajoy con una bajada significativa en votos, el Partido Popular ha vuelto a ganar las elecciones generales en España y lo ha hecho con una importante subida de 14 escaños en el Congreso (137).
Tras ellos se sitúa como segunda fuerza política del país el PSOE. Los primeros sondeos a pie de urna daban un descalabro a Pedro Sánchez, sin embargo, a medida que el escrutinio se iba resolviendo los socialistas perdían cinco escaños con respecto a las anteriores elecciones (85).
El bipartidismo de Podemos e Izquierda Unida auguraban muy buenos resultados en los sondeos, pero la realidad fue otra y se han quedado con 71 escaños, dos más que en el 20D. El descalabro electoral se lo llevó la fuerza catalana Ciudadanos que cae 8 escaños en el congreso (32).
Ninguna fuerza política consigue los votos suficientes para poder gobernar y tendrán que pactar, aunque ninguna coalición les daría la mayoría absoluta (salvo el pacto entre el PP y el PSOE y un tripartito entre PSOE, Podemos y Ciudadanos). Cabe reflexionar si estas elecciones que nos costaron a los españoles más de 177 millones de euros han servido para algo.
En O Val Miñor y O Baixo Miño la fuerza más votada ha sido el Partido Popular y repunta el bipartidismo como segunda fuerza, el PSOE se queda como tercera fuerza política en las dos comarcas.