El Mecalia Atlético Guardés no pudo cumplir el sueño copero. Las de Ana Seabra cayeron derrotadas en el partido de cuartos de final este viernes ante Replasa Beti-Onak, después de un encuentro muy exigente física y mentalmente en el Palau d’Esports.
Aunque la primera parte estuvo más igualada, a la vuelta del descanso las navarras cosecharon una ventaja de cinco goles que supieron mantener hasta el final, mientras las gallegas no acabaron de encontrar su sitio y sólo pudieron ver como su plaza en las semifinales se desvanecía a cada segundo. Carme Castro fue nombrada mejor jugadora del partido, con cinco goles a sus espaldas.
La encargada de abrir el marcador fue Cecilia Cacheda, con un cañonazo a la portería de Macarena Sans apenas pasados treinta segundos del inicio. El Beti-Onak no se estrenó hasta dos minutos después, cuando Estitxu Rodríguez encajó el balón en la red de Míriam Sempere. El ritmo de juego era muy rápido, con el nivel de exigencia de ambos equipos muy igualado, y por ello el siguiente acierto se demoró varios minutos más en llegar, haciéndolo de la mano de María Palomo, si bien la misma anotadora navarra repitió al instante, devolviendo el partido al territorio del empate (2-2, min. 6). Las tablas se mantuvieron un parcial más.
El encuentro demostró en sus primeros diez minutos una dinámica muy física. Todas las jugadoras se arriesgaban al límite e intentaban que no pesasen los nervios, pero las faltas se repetían y ninguna de las dos bandas parecía poder salir del bloqueo. Pero la barrera defensiva navarra demostraba tanta determinación que pronto las de Miguel Etxeberria se vieron superiores en el luminoso y cerraron el ecuador de esta primera parte por delante (5-3, min. 15).
El Guardés necesitaba encontrar su sitio. Debía sacar su garra habitual para aguantar a un rival que no dejaba de demostrar su hambre de victoria, superando para ello la indecisión en el ataque y los errores que las llevaban a acumular ya cuatro pérdidas de balón hasta este punto. Aunque Pauli Fernández rompió el bloqueo con un acierto desde los siete metros, el primero para las suyas en más de cinco minutos, lo cierto es que cuando quedaban diez minutos para el final el Beti-Onak volvía a repetir su ventaja de dos goles (6-4, min. 20).
Sin embargo, las de Ana Seabra parecían haber logrado entrar en el partido y demostraban ahora un ritmo algo diferente. Los goles se sucedían en el marcador, y Cecilia Cacheda comenzaba a hacer de las suyas, con un impresionante cañonazo que volvió a empatar el encuentro a falta de cinco minutos para el final (8-8, min. 25). El Mecalia comenzaba a sacar músculo, pero todavía no era suficiente, ya que sus rivales volvieron a apretar: el Beti-Onak pronto deshizo las tablas y llegó a terminar esta primera parte dos goles por delante (11-9, min. 30). Las de A Sangriña tendrían que cambiar de mentalidad para lograr darle la vuelta a la situación en la segunda mitad del encuentro y mantener vivo el sueño copero.
El pistoletazo de salida al retorno de los vestuarios llegó de la mano de María Palomo, que reducía esa distancia en el luminoso al pasar el primer minuto desde la reanudación. A partir de entonces comenzó una cascada frenética de goles, hasta que Carme Castro volvió a empatar el partido culminando una crecida espectacular para las guardesas (13-13, min. 34). Las de Ana Seabra parecían comenzar a encontrar su camino, aunque tendrían que tirar de ingenio para conseguir la superioridad que necesitaban.
Al término del primer parcial el partido se paralizó por un fuerte golpe sufrido por Pauli Fernández, que la apartó del juego unos minutos. La acción concluyó con la exclusión de Almudena Gutiérrez por parte del conjunto navarro, aunque muy protestada por la grada del Palau, donde la tensión seguía en aumento.
Pero fue entonces cuando el Guardés acumuló otros cinco minutos importantísimos sin marcar, mientras las de Miguel Etxeberria seguían creciendo. La ventaja navarra llegó a ser de cinco tantos, y no comenzó a bajar hasta que Carme Castro rompió la sequía guardesa pasados los primeros diez minutos desde la vuelta del descanso (18-14, min. 40). La porriñesa llegó a anotar cinco tantos en todo el encuentro, siendo nombrada MVP del partido por la organización de la Copa.
Los minutos pasaban y el sueño del Mecalia se desvanecía. Por cada gol que conseguían encajar las de A Sangriña en la red navarra, sus rivales repetían la jugada y apretaban para mantener la ventaja o incluso incrementarla. A falta de diez minutos para el final, el partido mantenía el mismo panorama: las de Ana Seabra todavía tendrían que superar una ventaja de cinco goles para mantenerse en la competición (22-17, min. 50).
Pero había que seguir e ir a por todas. El Guardés no desistió, aunque lo seguía teniendo cada vez más difícil. Efectivamente, Beti-Onak no bajó el ritmo y se mostró implacable a cada momento, sin perdonar en el marcador y manteniendo una barrera de entre tres y cinco aciertos de ventaja que no decayó ya hasta el final del encuentro. Los minutos pasaban y el sueño copero se escapó de las manos de las jugadoras de A Sangriña, que caían sin solución ante un rival que se mantuvo imbatible para hacer historia. El conjunto navarro daba la sorpresa y eliminaba al líder de la Liga de una Copa de la Reina que nunca se había mostrado tan favorable para el Mecalia (26-22, final). Otro año tendrá que ser.
Crónica: Elena García