El primer fin de semana de julio comenzó a funcionar el tren turístico de A Guarda coincidiendo con la Festa da Langosta. Durante este mes fue modificando la ruta y realizando salida para encontrar la mejor manera de que el usuario disfrute de la nueva experiencia de visitar la villa.
El tren, conocido vulgarmente como «tren chu-chu» permite contemplar el paisaje y el patrimonio de A Guarda de una manera única, incluyendo las vistas desde el monte Santa Trega hasta el particular puerto guardés. Su duración aproximada es de 1 hora y 15 minutos.
La salidas se realizan en la calle Rosalía de Castro, al lado del centro cultural, en horario de mañana (10:30, 11:45 y 13:00 horas) y en horario de tarde (16:15, 17:45 y 19:15 horas). Además, se realizará siempre una parada previa, unos 15 minutos antes, en el puerto de A Guarda para recoger a los usuarios que quieran subir hasta el Monte Santa Trega.
Ya en la cima del monte, el tren realiza una parada de unos 10 minutos para que los pasajeros admiren las vistas, hagan fotos o visiten el MASAT o pueden quedar en el Monte Santa Trega para disfrutar de él con tranquilidad y bajar en otro de los viajes del tren.
El tren comenzará la bajada del Monte a las 11:00, 12:15 y 13:30 horas de la mañana y por la tarde a las 17:00, 18:30 y 20:00 horas.
El precio para los adultos es de 6€, mientras que residentes guardeses y niños de 6 a 14 años pagarán una tasa reducida de 3€. El precio incluye también la tasa de acceso al monte y la visita al MASAT, además del propio paseo en tren, que conecta dos de los emblemas de A Guarda, puerto y monte, de una manera única. Para más información, existen dos números de teléfono y de WhatsApp: 628 689 689 y 654 114 318.
«Usamos el tren chu-chu como transporte público»
El artista conceptual Jordi Tolosa y su esposa Lola Mas son de Barcelona y están de vacaciones en A Guarda. Se hospedan en el Hotel Alda Santa Trega pero no tienen coche, por lo que se desplazan siempre en trasporte público.
«Mi mujer ha encontrado en internet este paraíso y nos venimos a pasar las vacaciones. No conocíamos los Castros que son muy interesantes. Como no tenemos coche, bajamos al pueblo en el tren chu-chu que, además de usarlo como tren turístico y disfrutar del viaje y de las vistas, lo usamos como transporte público», asegura este matrimonio ya jubilado.
Ya en A Guarda, recorren sus calles para conocer su cultura y gastronomía y se acercan a los municipios cercanos como Tui o Baiona «en autobús y pasamos allí el día. Al regresar volvemos a coger el tren para subir al hotel. La verdad que funciona muy bien y las persona que lo llevan son encantadoras y muy profesionales«, afirman los barceloneses quienes ya han emprendido el viaje de vuelta a la gran urbe catalana.
