El Mecalia Atlético Guardés ha comenzado con muy mal pie su participación en una nueva edición de la Copa de la Reina. Las de Prades han encajado este sábado un duro golpe al caer en casa del KH-7 Bm. Granollers de manera clara (28-20, 13-10 al descanso).
La eliminatoria de la segunda fase de la competición copera se le pone cuesta arriba al vigente campeón de liga. Un campeón que saltó a la pista del Palau d’Esports completamente desfigurado y que fue incapaz de hacerse con el control del juego en ningún momento del encuentro. Las de Robert Cuesta llevaron la batuta durante los 60 minutos y visitarán A Sangriña con un abultado colchón.
Sin tiempo para lamentarse, la plantilla deberá recomponerse tras el varapalo y empezar a mentalizarse de cara a la hazaña que buscará protagonizar este miércoles en su feudo (21:00 horas, web TVG 2) si quiere estar presente en la fase final de Málaga. Para ello, el Guardés deberá trabajar en recuperar su imagen tras mostrarse irreconocible y sellar su registro anotador más bajo de la temporada (20 goles).
Mientras el Granollers inició el partido con las ideas más que claras, las de Prades se atascaban de manera preocupante en ataque. La defensa 6:0 abierta de las locales, con Vizuete y Matthijs muy avanzadas y actuando sobre las laterales Kurchankova y Méndez no estaba resultando cómoda para las de Prades, dirigidas por Estela Doiro. Con poca contundencia en defensa, escasa claridad en ataque y chocando contra Nicole Morales bajo palos, el Guardés debió hacer frente a los primeros contratiempos del partido. El primer parcial (3-0) ya planteaba al Guardés una situación adversa que sería capaz de revertir, aunque de manera fugaz. A pesar de los fallos iniciales, la gran actuación de Kurchankova durante sus minutos en pista -se mostró muy atenta en defensa y asumió galones en ataque firmando 5 tantos- permitió que el Guardés se reenganchase a la contienda.
La exclusión de África Sempere cuando el partido estaba en su máxima igualdad (Min.22, 9-9) sacó de nuevo a las de Prades del partido al apostar por jugar con la portería vacía. A pesar de los dos errores de lanzamiento de la guardameta vallesana -Nicole Morales, soberbia todo el encuentro-, el parcial de 1-0 en superioridad fue seguido de dos nuevos goles de Ona Vegué tras el tiempo muerto de Prades. A pesar de la exclusión de Mireia Torras y de contar con dos minutos de superioridad, el Guardés no encontraba revulsivo. Bajo la dirección de Anthía Espiñeira, la única que se atrevía a soltar el brazo era la lateral Rebeca Castell. A pesar de intentarlo de manera incansable, tan solo transformó un lanzamiento, siendo el único tanto que el Guardés logró en los últimos ocho minutos de la primera parte. Por suerte, la precipitación de las locales y un par de buenas acciones defensivas de las gallegas permitieron que la diferencia no fuese mayor ya al descanso (13-10).
El tiempo de descanso resultó igual de ineficaz que todos los tiempos muertos solicitados por José I. Prades y la tónica del primer tiempo se mantuvo inalterable durante los 30 minutos siguientes. Tan solo tras los dos goles consecutivos de Luciana Mendoza (Min. 33, 14-12) se acercó el Guardés en el marcador a las de Robert Cuesta.
A pesar de las rotaciones -la única jugadora que no contó con minutos por parte del Guardés fue la central Gabriela Romero-, el Granollers no se dejó intimidar. Las rentas de tres-cuatro goles se mantuvieron hasta que con un gol de Ballesteros las locales ampliaron su colchón a los cinco tantos de renta (Min. 50:57, 22-17). Un parcial global de 8-3 en los últimos diez minutos sentenciaron finalmente al Guardés, que deberá remontar los 8 goles que finalmente logró de renta el conjunto vallesano.
Se espera que la afición se vuelque como es habitual con el equipo y A Sangriña se convierta en una auténtica caldera para protagonizar una nueva hazaña.