Nueva operación contra el furtivismo y el calado de artes prohibidas en la costa gallega. Este miércoles, el Servizo de Gardacostas de Galicia ha interceptado en la costa de Oia el pesquero portugués Santa María das Areias con 800 cacharros de pulpo y decenas de kilos de este cefalópodo.
La operación se realizó a la altura de la Punta da Centinela, en Mougás, Oia. El pesquero fue escoltado por la patrullera Cabo de Gata de la Guardia Civil y por la embarcación Punta da Guía del Servizo de Gardacostas hasta el puerto de Baiona, donde se descargaron los cacharros y el pulpo.
El operativo levantó gran expectación en el puerto baionés, ya que el pulpo se encuentra este mes de abril en parada biológica y, en mayo y junio, entra dos meses en veda. La parada biológica y la veda son medidas técnicas que recoge el plan del pulpo con el fin de ajustar la gestión pesquera al ciclo de vida de la especie y así proteger su reproducción y contribuir a una explotación sostenible de este recurso pesquero.
Este intervención se suma a la del pasado mes de marzo, donde las patrulleras Valentín Paz de Andrade y Punta da Guía del Servizo de Gardacostas de Galicia decomisaron al oeste de la Punta das Orelludas, en Oia, 500 cacharros de pulpo, dos de los cuáles fueron liberados al mar por tener pulpo ovado.
Además, en el interior encontraron 42 kilos de esta especie que fue devuelto al mar. Los agentes no pudieron identificar a los autores de esta infracción.
Desde la Consellería do Mar continúan trabajando en la detección de estos aparatos irregulares y en su retirada que ponen en riesgo la conservación de este preciado producto pesquero.
Así, a través de los medios marítimos adscritos al Servizo de Gardacostas se realizan rastreados por todo litoral en la búsqueda de aparatos de pesca no autorizados, que incumplen la normativa vigente y que no respetan los períodos de descanso y veda establecidos para la explotación sostenible de los recursos marinos.