Las fuertes lluvias que se produjeron en la madrugada del día uno de enero provocaron, en O Baixo Miño, importantes inundaciones de fincas y viarios así como violentas escorrentías de agua con arrastre de materiales que en algunas zonas produjeron erosiones muy destructivas.
Los derrumbes que se produjeron fueron en algunos casos muy graves y requieren una reparación inmediata por la peligrosidad que representan y porque de no actuar con celeridad puede continuar su deterioro.
Dada la gravedad de la situación, el alcalde de A Guarda, Antonio Lomba, mantuvo contactos, el mismo día uno de enero, con la Subdelegada del Gobierno en Pontevedra, con el Jefe de Costas de Pontevedra y con el Jefe Territorial de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. El regidor le trasladó a las autoridades la situación que se estaba produciendo por causa de las escorrentías en el litoral del estuario.
El lunes, dos de enero, el alcalde remitía un informe en el que se recogían las principales incidencias que se produjeron en la localidad, a Costas del Estado en Pontevedra y la Jefatura Territorial de Medio Ambiente de la Xunta. Este informe fue acompañado de una solicitud de ayuda y colaboración para reparar los daños provocados por las lluvias y escorrentías.
Los principales temas que se referían en el informe eran: el colapso de la pista entre la Armona y el Codesal, a la altura de la Noria, el colapso de la zona de acceso a la playa del Muiño y la erosión producida en el entorno del colector de desagüe de pluviales en el mismo arenal.
El mismo lunes día dos, a petición del alcalde, la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba y el Jefe Provincial de Costa, Miguel García, se desplazaron hasta A Guarda para valorar “in situ” los desperfectos provocados por las intensas lluvias.
La incidencia más grave fue la que provocó el colapso de la pista entre la Armona y el Codesal. Esta pista quedó totalmente cortada por un socavón transversal que ocupa una superficie que supera los 300 m2 con una profundidad de más de 3 metros y con aproximadamente 12 metros de en su parte más ancha.
Este socavón provocó la rotura del colector principal de la EDAR de A Guarda y dificulta el acceso a dos viviendas que se encuentran su orilla. El Concello estuvo durante el lunes haciendo una reparación de urgencia del colector para restablecer la conducción de fecales para la depuradora.
El alcalde trasladó a las autoridades, como ya había hecho por escrito, la urgencia de las actuaciones necesarias que permitan recobrar la normalidad en el litoral del estuario. Sobre todo la reparación de la pista en la zona del Codesal, dado el peligro que representa, el desastre para los vecinos que tienen allí sus viviendas y porque de producirse más lluvias podría agravarse la situación, incluso provocar la caída de árboles de gran porte.