Gardacostas

El pasado miércoles las autoridades españolas detectaron y apresaron a un barco portugués a la altura de Oia realizando actividad pesquera en aguas nacionales con artes ilegales y con capturas a bordo de pulpo, especie que está en paro biológico desde el 1 de abril y que entrará dos meses en veda a partir del 1 de mayo hasta el 30 de junio.

Desde la Cofradía de A Guarda destacan que este tipo de actividad pesquera de los buques portugueses en aguas nacionales sin respetar la normativa española, «la llevamos sufriendo desde hace muchos años los barcos de A Guarda, y ponemos como ejemplos: el descanso semanal y horarios que tenemos que cumplir nosotros ellos no lo cumplen y aprovechan para pescar en nuestras aguas, y cuando llegamos al caladero nuestro primer día laboral, ya están calados sus aparejos en nuestra costa».

Advierten también de las vedas de especies o restricciones de pesca que desde las Administraciones les imponen, «ellos no las cumplen y venden el producto en puertos de pabellón español, que es el caso ocurrido en esta semana, y lo peor de todo, es que tienen nuestra costa llena de un arte ilegal para la captura del pulpo, denominada tarros, cacharros, alcatruces; arte que está prohibida en casi todo el territorio nacional y que ellos las tienen calada todo el año en nuestras aguas, utilizando nuestro caladero como un cementerio de tarros de plástico y que el pulpo se refugia en ellos no llegando a tierra para desovar».

Aseguran que ya le hicieron llegar esta situación a las Administraciones, «pero poca actuación han hecho sobre esta pesca ilegal, que está acabando con este cefalópodo tan apreciado y de buena calidad de nuestra costa».

El 4 de junio de 1981, cuando en Vila Praia de Ancora se concentraron pescadores portugueses y españoles para acordar y firmar el primer “Convenio de boa Vizinhança”, ya se indicaba en el condicionado de este convenio las artes autorizadas: trasmallo, sardiñeiras, volantas, vetas, raeira y covos (nasas), indicando que los covos había una prohibición de uso en las aguas españolas durante el periodo comprendido entre el día 1 de mayo y el 1 de octubre, y en el último acuerdo fronterizo del río Miño ya aparece indicado lo siguiente anotación, “serán de aplicación a los buques autorizados a faenar en aguas del otro país las medidas técnicas del país en cuyas aguas se realice la actividad pesquera”.

Este cefalópodo fue hace muchos un pilar importante para la flota guardesa, viviendo muchas familias única y exclusivamente de las ventas de este producto. La Cofradía pone como ejemplo que en el último ejercicio cerrado (2024) se vendieron en la lonja 2289 kilos por un valor 23.654 euros, comparado con los años de mayor captura de kilos o valor comercial que fueron en el 2004, que se capturaron 176076 kilos por un valor 815.435 € y en el año 2003 por un importe de 919.405 euros.

En el plan experimental del pulpo para el 2025-2026, se amplió el periodo de veda a tres meses y contempla un periodo de inhabilitación de captura de pulpo desde el 1 de abril al 1 de julio. «Los barcos tuvieron que retirar las nasas del mar para traerlas para tierra para que la especie pueda realizar su ciclo vital, pero nuestras embarcaciones ya tenían las nasas en tierra ante las pocas capturas obtenidas mientras las tuvieron caladas», afirman desde la Cofradía.

Aprovechan desde el pósito guardés para darle la enhorabuena a la Guardia Civil del mar y al Servicio de Gardacosta de Galicia que han conseguido realizar esta actuación tan importante para el desenvolvimiento de la pesquería del pulpo, y «que aprovechen los tres meses del paro del pulpo para sacar los tarros que están calados en nuestras aguas, favoreciendo la trayectoria de desove de la especie».