La Asociación de Pescadores del Río Miño denuncia la actual situación de las normativas de pesca en el Miño que impide la práctica y desarrollo de la actividad tradicional y centenaria de la pesca de río.
Del mismo modo, quiere poner en cuestión la argumentación hecha pública de que la pesquería del «meixón» (angula) está en retroceso toda vez que, según datos oficiales de la Cofradía de Pescadores, en la campaña 23/24 (la primera en la que se restringió de 60 días de pesca a 30) se pescó 665,7kg y en la anterior de 22/23 se pescó 544,96. Es decir, se pescó un 22% más de meixón cuando fue reducido un 50% los días para poder pescar.
Según la Asociación de Pescadores del Río Miño “el año pasado nos redujeron un 50% los días para poder pescar y, sin embargo, se pescó un 22% más de angula. Peces en el río hay, la cuestión es que las Administraciones nos faciliten las condiciones para poder ejercer nuestro trabajo”.
Los días de pesca habilitados en la última luna de enero coincidieron con las borrascas Herminia e Ivo, las caules obligaron a declarar dos alertas naranjas. Además de esto, «Naturgy atendiendo a sus intereses privados procedió a la liberación de agua del embalse de Frieira durante los días de pesca produciendo un arrastre de agua en el río que impide al meixón entrar y a los pescadores ejercer su trabajo», aseguran desde la Asociación.
Estas circunstancias adversas motivan a los pescadores a solicitar amparo y comprensión delante de la Comandancia Naval del Miño para que habiliten nuevos días de pesca y puedan compensar las pérdidas de ingresos ante la imposibilidad física por cuestiones meteorológicas de salir a pescar.
Por otra parte, piden poder tener derecho a ejercer los 30 días de pesca que la ley les permite, acordados por el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea. Según la Asociación de Pescadores del Río Miño “en Euskadi, Asturias o Francia los pescadores de meixón pueden anular y cambiar los distintos días de pesca en función de inclemencias meteorológicas avisando 24 horas antes, no entendemos que los pescadores del río Miño seamos europeos de segunda, tenemos que tener los mismos derechos todos. No se le puede pedir a los pescadores gallegos que ejerzan su trabajo con alertas naranjas y los otros europeos puedan cambiar los días de pesca para trabajar con seguridad”.
Otra cuestión a señalar por parte de los pescadores es la actitud de «Naturgy y sus sueltas de agua indiscriminadas. Los pescadores tenemos que soportar como las autoridades nos ponen cada vez más trabas por ejercer una tradición centenaria como la pesca y luego, resulta que las autoridades permiten a una multinacional energética hacer y deshacer a su antojo, soltar el agua y modificar el caudal del río cuando ellos quieran”, apuntan.
La Asociación de Pescadores del Río Miño quiere hacer público también su «preocupación delante del anuncio hecho por parte de Naturgy de desarrollar un proyecto de invertir 500 millones de euros para construir un nuevo embalse en el Río Miño con una potencia de 485 MW, algo que pondrá más impedimentos y barreras a los pescados migradores del río Miño y provocará más erosión debido las sueltas de aguas indiscriminadas», indican.