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Octubre es el mes en el que se produce el segundo de los cambios horarios que realizamos cada año en España y otros países europeos.

Este cambio de hora supone dejar atrás el horario de verano y recibir el de invierno, que se extenderá hasta el último domingo de marzo de 2025. Así, el cambio de hora de otoño tendrá lugar como de costumbre el último fin de semana de octubre, es decir, en la madrugada del domingo 27.

Será entonces cuando habrá que atrasar una hora todos los relojes, por lo que a las 3:00 horas serán de  nuevo las 2:00 horas. De este modo, el próximo domingo tendrá una duración oficial de veinticinco horas. A partir de esa fecha, en España amanecerá una hora antes, pero también se hará de noche más pronto.

El cambio horario obedece a una directiva europea que afecta a todos los Estados miembros de la Unión y tiene como objetivo aprovechar mejor las horas de luz solar y, gracias a ello, consumir menos electricidad en iluminación.

Esta medida de modificación de los horarios comenzó a generalizarse a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y diversos países decidieron adelantar sus relojes en los meses de verano para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.

Dos veces al año, habitualmente el último domingo de marzo y el último de octubre, los europeos ajustamos los relojes para cumplir la directiva comunitaria 2000/84/CE. Para determinar el momento de los cambios horarios, se tuvo en cuenta el hecho de que en España existen dos horas oficiales, una para la Península y el archipiélago balear y otra para Canarias, que va una hora por detrás desde 1922.

Uno de los argumentos que emplean los defensores de adelantar o atrasar una hora el reloj es el ahorro energético, además de otros como beneficios para el comercio o la seguridad vial. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.