El auditorio municipal de O Rosal vivió una jornada inolvidable con el estreno de la cortometraje «O Muíño», una producción que no solo retrata la historia del rural gallego, sino que también rinde homenaje a la memoria colectiva y a la fuerza de una comunidad que se volcó con el proyecto desde el primer día.
Con una duración de 28 minutos, la cinta fue recibida con aplausos y emoción por un auditorio repleto en el que se dieron cita vecinas, vecinos, miembros del equipo artístico y técnico, así como parte del elenco y los más de 70 rosaleiros e rosaleiras que participaron como extras durante la grabación.
La alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández Callís, no ocultó su emoción: “A estrea de ‘O Muíño’ foi moito máis que a proxección dun filme, foi celebrar a nosa cultura, a implicación da veciñanza e a capacidade do Rosal de acoller proxectos que poñen en valor a nosa historia e identidade”, expresó.
Para la regidora, el proyecto supone un hito para el municipio, no solo por su valor artístico, sino por su dimensión comunitaria: “A participación activa das persoas do municipio converteu a curtametraxe nun proxecto colectivo que une xeracións e deixa unha pegada na memoria de todos”.
La historia de O Muíño, dirigida por Alejandro Pacheco y escrita por Luis Domínguez y Juan Cacharrón, sigue los pasos de María, interpretada por Arantxa Costas, una mujer que lucha por conservar las tierras heredadas de su familia frente a la presión de un terrateniente. El viejo molino del título se convierte así en un símbolo de resistencia, herencia y dignidad.
Rodada íntegramente en O Rosal durante el mes de abril, la película transformó calles, plazas e incluso la iglesia de Santa Mariña en escenarios de época. “Foi incrible ver como a xente cedía espazos privados, ofrecía obxectos antigos ou se prestaba a colaborar con entusiasmo. Sen eles, esta historia non sería a mesma”, comentó uno de los miembros del equipo durante el acto de presentación.
El resultado es una pieza cinematográfica de tono intimista, que explora temas universales como la memoria, la identidad, el legado familiar y el papel esencial de las mujeres en el sostenimiento del mundo rural. La autenticidad de las localizaciones y la emoción latente en cada escena refuerzan el mensaje del filme y su conexión con el territorio.
La noche del estreno se vivió como una fiesta cultural, donde el orgullo colectivo y el reconocimiento a la memoria compartida se hicieron presentes. El proyecto, ya considerado un referente local de cine comunitario, demuestra que O Rosal no solo acoge historias, sino que también las protagoniza con alma, compromiso y talento.