El Naturalista Cojo

El pasado martes, Manu Sobrino (El Naturalista Cojo) pudo registrar la primera observación en décadas de un sisón común (Tetrax tetrax) en la comarca de O Baixo Miño. En concreto, se trataría de un joven dispersante localizado en la isla Morraceira das Varandas, San Miguel de Tabagón (O Rosal).

Un único ejemplar que recaló durante un mínimo de 8 horas en nuestras marismas, y que podría haber reanudado ya su viaje en busca de nuevos territorios en los que asentarse”, explica en su blog y en sus redes sociales El Naturalista Cojo.

Fascinado por su descubrimiento con el ave, el guardés, estudioso de la naturaleza, nunca imaginó encontrase a esta especie en la puerta de su casa, “en mi estuario. Nunca pude sospechar que estaría escribiendo un artículo como este… Sigo tan incrédulo que todavía me cuesta asimilarlo. Pero ha pasado, y ahora puedo compartir mi alegría con vosotros”, plasmó en su blog.

Podéis haceros cargo de mi sorpresa cuando, durante la mañana del martes, vi aparecer en la lente de mis prismáticos una silueta que jamás había visto antes. La silueta de un ave muy similar a una gallina, o a un faisán. Cuerpo rechoncho y cuello alargado… Sin embargo, desde el principio barajé tres opciones diferentes: alcaraván, sisón común y avutarda, por este orden. En realidad, la segunda pasaría a ser la primera si no fuera por lo excepcional de la cita”, apunta Manu Sobrino.

«Se trataría de un joven en dispersión, un viajero en busca de nuevos territorios en los que establecerse. Un dato esperanzador para una de las aves más escasas y amenazadas de la Península Ibérica. Tal es la importancia del hallazgo, que representa el primer registro en décadas de sisón común en la comarca de O Baixo Miño«, asegura el guardés.

“El sisón común fue declarado especie En Peligro de Extinción en todo el territorio español este mismo año. Por su parte, la situación en Galicia es crítica, con sólo 7 machos reproductores detectados en el II Censo Nacional (2016) en la comarca luguesa de A Terra Chá, confirmándose su desaparición en la provincia de Ourense (A Limia), donde a duras penas lograba sobrevivir algún individuo. En definitiva, un dato esperanzador para el futuro de un ave tan escasa y amenazada”, señala El Naturalista Cojo.