Los miembros del Grupo de Intervención Psicológica en Emerxencias y Catástrofes (GIPCE), alertados por el personal del CAE 112 Galicia, estuvieron prestando apoyo y atención especializada a la familia del menor que desapareció ayer en el Río Miño cuando nadaba en una playa fluvial en Goián, Tomiño.
Los equipos de rescate estuvieron inspeccionando la zona, pero sin éxito. A las siete de esta mañana, los efectivos de Protección Civil de Tomiño volvieron al río para continuar con los rastreos. Al lo largo de la jornada se irán sumando otros equipos, como los buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, con base en Ferrol.
Segundo relataron las testigos del suceso, el joven se bañaba junto con otro de 24 años y vecino de A Guarda, que fue rescatado de inmediato por unos vecinos y que se encuentra en perfecto estado de salud. Todo parece indicar que los jóvenes fueron arrastrados por la corriente del río.
Durante los primeros minutos, los particulares que consiguieron poner a salvo al joven guardés, y aseguraron que tuvieron al menor a la vista, pero luego le perdieron el rastro. Tras contactar con el 112 a las 16:55 horas de ayer, la Agencia Gallega de Emerxencias (AXEGA), a través del CAE, activó el protocolo de actuación en caso de accidente en zona transfronteriza. Así, al operativo de busca se unieron equipos de rescate de Portugal. Desde ayer, trabajaron en la zona Bomberos del Baixo Miño, que doblaron efectivos; miembros del GES de A Guarda, efectivos de Protección Civil de Tomiño y la tripulación del Pesca I, del Servicio de Gardacostas de Galicia. De la otra orilla del Miño, del país vecino, llegaron varios buzos pertenecientes al parque de Bomberos de Viana del Castillo y de los Bomberos de Vilanova de la Cerveira, que, a bordo de una embarcación, hicieron rastreos por la orilla portuguesa.