ALFREDO // El párroco Daniel Goberna mostrando el fresco restaurado

El Pasaje del Bautismo de Jesús en las orillas del río Jordán en Galilea de la mano de San Juan Bautista. Eso es lo que representa el fresco que se escondía detrás de una capa de pintura blanca en el Baptisterio (donde está la Pila Bautismal) de la Iglesia de San Mamede de Pedornes y que data de principios del año 1.500.

Daniel Goberna Sanromán es el párroco de esta pequeña parroquia de Oia. Además de Pedornes, también es cura en Mougás, Viladesuso, Santa María de Oia, San Xián y en el hospital Álvaro Cunqueiro. Hace diez años que es sacerdote y lleva más de cinco impartiendo Misas en estas cinco parroquias del Baixo Miño.

«Cuando llegué a la Iglesia de Pedornes observé que detrás de la pintura blanca de las cuatro paredes del Baptisterio se escondía algo. Se apreciaban unos colores en el frontal que no se distinguía bien lo que era, pero intuíamos que podría ser la imagen de Cristo y de Juan Bautista, por lo que decimos restaurarlo», señala Daniel Goberna Sanromán.

Tras los oportunos permisos a Patrimonio y al Obispado, una empresa especializada de Nigrán se puso manos a la obra y en octubre del pasado año se daban inicio los trabajos de recuperación del fresco escondido durante años. «Estuvimos cinco años ahorrando en la parroquia de Pedornes para poder hacer los trabajos de restauración. Los vecinos se involucraron comprando pulseras de cuero que vendíamos con la imagen de San Mamede para reunir los más de 7.000 euros que valían las obras. Otros hicieron donativos y hasta colaboró el Concello de Oia», explica emocionado el párroco contemplado la pintura ya restaurada.

Después de mes y medio de minuciosos trabajos, se pueden apreciar dos Ángeles, muchas flores, frutos, un escudo cuyo interior es irrecuperable, el Espíritu Santo, Jesús, Juan Bautista y una frase escrita en latín «este es el cordero de Dios».

«A comienzos del siglo XVI se hizo una primera pintura, pero como la Iglesia fue reformada a comienzos del año 1.700 por los monjes del Monasterio de Oia, pintaron por encima de la primera obra. También se puede observar que hay unas pinturas más antiguas y pinceladas más modernas», afirma el párroco, quien asegura que a los vecinos de Pedornes «les ha encantado el fresco».