El Concello de Tomiño está inmerso en un proceso de regeneración vegetal de la zona boscosa de la Atalaia, próxima al “Ponte da Amizade”, y de gran valor medio ambiental, incluida dentro de la Red Natura 2000.
Tanto el Concello como la familia del pintor Xavier Pousa (propietaria de una parte de los terrenos) promovieron en los últimos años la tala de grandes eucaliptos y la posterior eliminación de los rebrotes. Ambas voluntades confluyen en un proyecto para erradicar especies invasoras como eucaliptos comunes, acacias negras (o australianas) y otras plantas exóticas, como la Hierba de la Fortuna, tintureira o falsos bambúes, que ponen en peligro la recuperación de las plantas autóctonas del estrato herbáceo de los bosques nativos.
En esta zona se mantiene una ruta con señalización de plantas características del bosque de ribera, como las “carballeiras galaico-portuguesas” que se mantuvieron en la Atalaia. También se llevó a cabo la plantación de especies típicas como érbedo, roble, abeleira, pradairo, soldaconsolda, etc.
Xurxo Mouriño, biólogo de la empresa Arcea, contratada para dirigir las tareas, explica que sólo en el último año, se eliminaron más de 1500 eucaliptos y 400 rebrotes; 3100 ejemplares de tintureira y 700 metros cuadrados de Hierba de la fortuna; 300 de acacia negra y 260 de camiceira. ““Hai tres anos isto era un eucaliptal; na actualidade queda aínda un cuarto do que había inicialmente. Facemos quendas periódicas de traballo para controlar os rebrotes. A idea do Concello é a de crear un espazo verde para a cidadanía”, comenta el experto.
Turnos de limpieza
Varias veces al año, la Concejalía de Medio Ambiente del Concello tomiñés, que en la actualidad dirige Ana Belén Casaleiro, organiza turnos de limpieza, echando mano también de personas voluntarias de la OMIX y de otras entidades sin fines de lucro, como la Comunidad Terapéutica Alborada, con sede en Piñeiro (Tomiño), o Avelaiña, de A Guarda.
Precisamente esta semana tuvo lugar una de esas salidas, en las que se trabajó intensamente para mantener a raya la vegetación invasora; especialmente la Hierba de la fortuna, planta de origen sudamericano, introducida en su momento como especie ornamental.