Hablar de los viejos tiempos y también de los nuevos pero, sobre todo, verse y compartir un ratón juntos. Con este objetivo, este domingo 11 de marzo, se celebró en Tomiño el primer encuentro de panaderos y pasteleros de toda la localidad, en el que participaron las primeras generaciones de trabajadores de todos los talleres del municipio, la mayoría de ellos, ahora ya jubilados.
Alrededor de 25 personas de entre 60 y 80 años se dieron cita en el Candil de Tomiño para comer juntos, recordar “anécdotas viejas y rememorar como funcionaba todo antes, hace años, cuando todo se hacía a mano”, cuenta Marcos Castro, tercera generación de panaderos de Camiño Novo y organizador de esta reunión. La idea era “juntarlos porque algunos hace muchos años que no se ven” y que pasaran un poco de tiempo entretenido juntos.
Aunque muchos de ellos ya no están trabajando sí que vivieron de primera mano la evolución en el funcionamiento de la panadería y de la pastelería, donde pasaron de hacer todo a mano a utilizar máquinas o de repartir el pan por las casas en burro a emplear coches y furgonetas, que hacen el trabajo más rápido y cómodo.
“Muchos de ellos vivieron épocas duras, como la de posguerra, y aunque tenías un negocio luego no siempre pagaban con dinero, a veces el cobro era en harina que luego tú empleabas para hacer más pan”, explica Castro.