ALFREDO // Cachi, y al fondo, el mural que pintó a pincel

Una redeira, nasas, una concha de vieira con el símbolo del Camino de Santiago, estrellas de mar, un pulpo, percebes, un pez espada, un bogavante, una tortuga, gaviotas, traineras y hasta la Virgen del Carmen. Eso es lo que ha plasmado con un pincel el pintor guardés Antonio Martínez “Cachi” en una de las paredes de la nave del Club de Remo Robaleira.

Una autentica obra de arte mire por donde se mire que no pasa desapercibida por toda aquella persona que pasa a su lado y que se para a admirarla y a fotografiarla. Un mural de 27 metros cuadrados pintado con el corazón de un artista que con tan sólo 12 años hizo su primera exposición en A Guarda y con pintores de renombre de la villa. “Fue en el año 1976 y fue mi primera exposición. Estaba muy feliz. Era un crío. Ahí conocí a mucha gente y, a partir de eso, ya hice más exposiciones”, recuerda el artista guardés.

Estudió diseño en el colegio Hogar, aunque él quería ser arquitecto. Su apodo “Cachi” le viene de cuando estudiaba y los compañeros de clase tiraban los lápices a la papelera cuando aún estaban por la mitad. “Yo los aprovechaba y los profesores me decían, a ver, “Cachito de lápiz”, y de ahí me quedó Cachi”, comenta este guardés de 58 años hijo de marinero y de una redeira que lleva el mar en la sangre.

A pesar de que trabaja en una imprenta en O Porriño, nació con un pincel en la mano. Tiene cuadros vendidos por todo el mundo, Australia, Nueva York, Venezuela, Puerto Rico, Francia, Italia o Inglaterra. “Mi estilo es el paisaje realista. Expongo desde hace unos once años en Caminha. Por allí pasa mucha gente de todos los lugares del mundo que compran mis cuadros. No llego a los precios de Picasso, mis cuadros se venden a precios populares, (jajajajaja). Es una vocación, no quiero hacerme rico, simplemente, me gusta”, explica el autor de la obra.

El mural, dedicado a la gente del mar y al Club de Remo Robaleira, es ya todo un referente en A Guarda y ya recorrió parte del mundo. “Este mural ya está en Japón y Nueva York. Mucha gente de esos lugares que pasó por aquí haciendo el Camino de Santiago le hizo fotos y las compartió en las redes sociales de su país. Ahora recorren EEUU y Japón”, explica orgulloso Cachi.

A Cachi, su espectacular obra que acaba de finalizar, le llevó hacerla tres semanas, siempre de tarde. Necesitó un camión grúa para dibujar las partes más altas, como la Virgen del Carmen. “Para mí es algo muy bonito. Me siento muy orgulloso cuando viene la gente aquí a hacer fotos. Lo que más llama la atención es el primer dibujo de la redeira. Debieron de pasar por aquí todas las redeiras de A Guarda. Está pintada al detalle. No usé ninguna fotografía, simplemente recordé a mi madre y a mi tía que eran redeiras cuando yo era pequeño, y me quedó en la cabeza”, finaliza Cachi.

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