Una embarcación con seis tripulantes a bordo ha colisionado contra un tronco y se ha hundido. Navegaba río arriba a gran velocidad y las consecuencias no pudieron ser peores. Cuatro de la media docena de personas que iban a bordo los ha llevado la corriente y han fallecido. Otra ha quedado atrapada en la embarcación y ha sido recuperado su cuerpo por los buzos. Solo una ha podido salvar la vida gracias a que el helicóptero Pesca1 la ha rescatado en las frías aguas del río Miño. Ninguna de las seis personas llevaba el chaleco salvavidas.
Este escenario que se puede dar en la vida real, ha sido un ejercicio de rescate en el río Miño organizado por la Comandancia Naval que ha movilizado esta mañana a decenas de efectivos de todos los cuerpos de seguridad de España y Portugal, y que ha puesto a prueba la coordinación y efectividad de los medios humanos y materiales que se activan ante cualquier siniestro en aguas internacionales.
“En el río hay que extremar las precauciones ya que es muy peligroso y hay que llevar siempre el chaleco salvavidas. En este caso fue una colisión con un tronco debido al exceso de velocidad, pero siempre hay que ir atento al río y si los ocupantes ven que el barco se hunde, han de saltar. Ya en el agua, lo mejor es mantener la calma y dejarse llevar por la corriente», indica el comandante naval del Miño, Pablo Redondo.
En el ejercicio avanzado de Seguridad Marítima MARSEC-22, que ha levantado gran expectación en Tui, han participado la Policía Marítima de Caminha con buzos portugueses coordinando bomberos de Valença, Vilanova de Cerveira y Caminha, la Confederación Hidrográfica, Naturgy, la Armada Española con la Cabo Fradera, una Unidad de Buceadores de Ferrol, la Axega con la unidad de drones, Bomberos de O Baixo Miño, Protección Civil de Tui y el Pesca1.
