"Alimentando na Ribeira", de Aroa Pérez Cabaleiro, del IES Indalecio Pérez Tizón, fue la ganadora en el apartado de Bachillerato

El Museo de Pontevedra resolvió el concurso fotográfico juvenil dirigido a jóvenes de ESO o Bachillerato ‘Pegadas do mar e da terra’, basado en la exposición de José Suárez. La participación fue todo un éxito ya que se inscribieron un total de 80 estudiantes procedentes de 14 centros (13 de la provincia de Pontevedra y 1 de Lugo), concretamente de Catoira, Marín, Cangas, Soutomaior, Sanxenxo, Vilaboa, A Estrada, Vilagarcía, Pontevedra, Bueu, Vigo y Tui.

El jurado estuvo formado por técnicos de los departamentos de Educación, Comunicación y Archivo gráfico del Museo que decidieron, debido a la alta participación inscrita en la categoría destinada a estudiantes de ESO y la calidad de las imágenes presentadas, entregar otro premio en esa categoría en vez de uno solo, como estaba estipulado en las bases.

Los premios del certamen recayeron en la sección de Bachillerato para  Aroa Pérez Cabaleiro, del IES Indalecio Pérez Tizón (Tui), por la fotografía ‘Alimentando na Ribeira’; y en la sección de la ESO (apartado Mar) en Cecilia González Padín, del IES Sanxenxo, por la imagen ‘Redes viuvas’, y en el apartado Terra en Evelyn Freiría Conde, del CPI Progreso (Catoira), por ‘A estreita relación entre as persoas e os animais’’, y en Daniela González Isorna, del CPI Progreso (Catoira), por ‘Presente  atemporal’.

Todas las fotografías participantes se expondrán desde en una pantalla en el edificio Castelao y también en la página web del museo. Los regalos –que se entregaron el pasdo sábado en un acto con el director del Museo Xosé Manuel Rey- consistieron en cámaras fotográficas Canon IXUS 185 y Fuji Intax Mini 11.

Hay que recordar que este certamen fotográfico surgió como una actividad complementaria a la muestra ‘José Suárez 1902-1974’, un creador que inmortalizó con su cámara el trabajo de gallegos y sus huellas en el mar y en tierra. Por eso como homenaje a él, las fotografías presentadas en el concurso debían ser en blanco y negro y girar en torno a una de esas dos temáticas, donde los objetos y las gentes vinculadas la estas labores tradicionales sean los verdaderos protagonistas: aparatos de pesca, marisqueo o de labranza, piezas de alfarería, embarcaciones tradicionales, etc.