El Concello de Nigrán continúa a buscar huéspedes para habitar el parque forestal ‘Os Matos-Río Táboas’. Si en el pasado mes de febrero el objetivo fue el de atraer las aves mediante la instalación de cajas-nido, ahora es el turno de las abejas. Con este nuevo propósito, el Concello y el CEE de Panxón unen fuerzas para dotar al bosque de un colmenar que multiplicará el proceso de polinización y, por lo tanto, estimulará la biodiversidad y el propio equilibrio natural de este ecosistema.

Un parque forestal es un refugio natural en el que el engranaje de la naturaleza funciona de manera autónoma, el Concello lo que está haciendo es ayudar a que comience andar por sí misma, buscamos ese equilibrio y esa sinergia”, explica el alcalde, Juan González, quien incide en que también se trata de superar la visión “de que el monte es únicamente un lugar donde recoger leña” y por eso se muestra especialmente orgulloso de que los centros educativos de Nigrán colaboren bajo una mirada que calla en el propio alumnado.

La iniciativa se inició este sábado con el traslado de los primeros colmenares desde el CEE de Panxón hasta el propio terreno del parque en su ladera de Camos, a estos se irán añadiendo otros a lo largo de los próximos días hasta llegar a ocho, lo que representa un mínimo de 250.000 nuevas abejas transportando polen de flor en flor y ampliando con ello la fertilización (calcular que sólo el 2% de estos insectos es el responsable del 80 % de los cultivos agrícolas que requieren polinización).

A mayores, permitirá al centro escolar multiplicar la producción de miel (tenían dos colmenas en su recinto) y, sobre todo, mejorar la experiencia educativa. Su mantenimiento y la búsqueda de la miel correrá a cargo de alumnado bajo la dirección de Álvaro Rey, profesor de Cocina en el CEE de Panxón y con amplia experiencia en el tema.

Además, contarán con el asesoramiento de Alfonso Vázquez, concejal de Nigrán y apicultor desde su infancia, y de Suso Pereira, vecino de Camos que tiene panales muy cerca y, por lo tanto, las visitará con asiduidad. Estos tres actores principales estuvieron en la mañana del sábado en el parque forestal ubicando las primeras estructuras.

El cuarto actor será la propia Brigada Forestal Municipal, que participó pero que, sobre todo, se dedicará a plantar y mantener un bosque aromático en el entorno que garantizará un óptimo alimento de las abejas. Así, una hectárea de terreno situada en una zona de tendido aéreo donde no se permite arbolada será reforestada con romero, lavanda, ruda, tomillo, orégano o salvia, plantas que atraen especialmente a estos insectos y que garantizan una miel multifloral de gran calidad.

Las abejas son los grandes polinizadores de este mundo y están disminuyendo su población por la enfermedad de la varroa, el efecto de los pesticidas y la canibalización de las velutinas, por eso es especialmente importante protegerlas, sin ellas este mundo no existiría”, explica Carla Pérez, jefa de la Brigada Forestal Municipal, quien a su vez lideró los pasados años la inoculación de setas shiitake en los tocones de eucalipto para eliminar naturalmente a esta invasora.

“Las cajas nido para aves, la introducción del shiitake y ahora esto forman parte del mismo objetivo: garantizar que el parque sea sostenible por sí mismo”, incide, y pone como ejemplo de esta interrelación el hecho de que las propias abejas serán a su vez alimentos para algunas de las especies de aves para las que se diseñaron las cajas-nido.