En los más de 30 años que Anselmo Pequeno lleva pescando, nunca había capturado un pez tan grande. Y es que este pescador aficionado de Camposancos pescó este martes un congrio de 40 kilos y de más de dos metros de longitud.
Como muchos otros días, cogió su caña de 4,5 metros de fibra de carbono y acompañado de un amigo se fue a pescar a la zona conocida como O Xeisal, cerca de la depuradora de A Guarda. Eran sobre la nueve de la noche y la marea bajaba. De cebo usó sardina, la puso en el anzuelo y lo lanzó al mar. En apenas diez minutos, un congrio hambriento «picó el anzuelo».
«Fue muy difícil sacarlo del agua. Un pez de ese tamaño y de ese peso hace mucha resistencia. Eché unos 20 minutos. Cuando por fin lo acerqué a tierra después de mucho luchar, mi compañero lo enganchó con un buxeiro y lo sacó del mar», relató Anselmo con una «alegría inmensa» por capturar un ejemplar de esas características.
Él y su compañero lo metieron en un capacho y lo subieron hacia la carretera donde estaba el coche. «Nos costó subirlo porque pesaba mucho. Al llegar a casa lo pesamos y nos quedamos de piedra. Es sin duda el pescado más grande que he pescado en mi vida. Tengo cogido lubinas de cinco kilos y también congrios, pero no tan grandes», reconoce Anselmo.
Tras limpiarlo y partirlo, la espectacular pieza descansa en el congelador del camposino, a la espera de que un día «hagamos una comida con la familia para catarlo«, indica, «aunque también lo probaremos en empanada o guisado con patatas y guisantes».