Serviocio, gestora de la Piscina Mancomunada do Val Miñor, quiere aclarar diferentes informaciones aparecidas en los pasados días tanto en medios de comunicación como en redes sociales.
La falta de ingresos derivada de la pandemia unida a la no recuperación del volumen de socios junto con el incremento desorbitado de los precios de la energía, ha provocado que el centro deportivo acumule pérdidas desde marzo de 2020 a septiembre de 2022 de 727.000 euros.
Amparándose en la legislación, la empresa ejerció en julio de 2020, el derecho a solicitar un reequilibrio por lucro cesante, como hizo ante los ayuntamientos donde gestiona centros deportivos de carácter público, para de esta forma reducir el impacto económico negativo que los cierres por la COVID-19 provocaron. Este reequilibrio ha sido reconocido por lo que, la Mancomunidade, estaría obligada a otorgar a Serviocio una cantidad cercana a 40.000€. La legislación ofrece a la entidad pública la opción del pago directo de esta cantidad o una compensación equivalente a través de días de prórroga una vez finalice el contrato. La Mancomunidade eligió esta segunda opción, cifrando la contraprestación en nueve meses más de prórroga de contrato.
Con esta situación como contexto y ante la falta de ingresos, Serviocio se ha visto obligada a tomar medidas al respecto, para intentar minimizar las pérdidas. Entre ellas medidas de ahorro, como la bajada de la temperatura del agua de la piscina a 25 grados (temperatura que está dentro de los límites de la normativa vigente).
Esta circunstancia fue trasladada a la Mancomunidade así como una propuesta de solución que beneficiara a todas las partes: Serviocio se comprometía a no aplicar las medidas de ahorro y la Mancomunidade a descontar la cantidad reconocida de 40.000€ de lucro cesante al canon al que está obligado Serviocio, en vez de prorrogar el contrato. Además, la Mancomunidade se comprometería a redactar el pliego de un nuevo concurso de contratación en tiempo y forma, de manera que la relación entre ambas entidades finalizase en mayo de 2023 tal como marca el actual contrato. Tras diversas reuniones, la Mancomunidade no ha aceptado la solución propuesta ni tampoco ha ofrecido alternativas, perpetuando de esta forma el problema para todas las partes. Es más, si la mancomunidad no redactase el pliego en tiempo y forma, Serviocio deberá gestionar una instalación no rentable y deficitaria hasta agosto de 2024.
Serviocio lamenta esta circunstancia y la dejadez de la Mancomunidade en la puesta en marcha de los trabajos para la redacción de un nuevo pliego de contratación que permita una licitación a la que diferentes operadores deportivos puedan concursar. Hasta que la Mancomunidade do Val Miñor no ofrezca una solución real y adecuada para todas las partes, Serviocio tendrá que continuar con las medidas de ahorro implantadas para poder seguir ofreciendo el servicio, no incrementar aún más sus pérdidas y mantener el empleo.