La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a Marino J. Giménez, miembro del clan de los Morones y hermano de Sinaí, a cinco años y seis meses de prisión por un delito de tráfico de drogas y a una multa de 90.000 euros. Asimismo, también se le condena a dos años de prisión como responsable en concepto de autor de un delito de tenencia ilícita de armas.
Junto a Marino, también han sido condenadas otras cuatro personas, entre ellas un Guardia Civil, con penas de entre cuatro y siete años de prisión por planear, de común acuerdo, la sustracción de una partida de cocaína que posteriormente destinarían a la venta. Se les imponen también multas que van de los 60.000 a los 113.000 euros. Los magistrados de la Sección Quinta, con sede en Vigo, condenan también al vendedor de la droga.
La Sala considera probado que la intención era aprovecharse de la condición de Guardia Civil de unos de los acusados, el cual simularía un control en la carretera, para poder interceptar a los vendedores y apoderarse así de la sustancia estupefaciente.
Los hechos se remontan al 16 de enero del 2014, cuando los acusados planificaron apoderarse de una partida de cocaína a otro narcotraficante que previamente habían quedado con él para comprarle la droga. Así, planificaron apoderarse de la partida de cocaína aprovechándose la condición de profesional de uno de los condenados simulando un control de la Guardia Civil.
En dicho control ficticio, el agente acusado utilizando un vehículo oficial de la Guardia Civil y debidamente uniformado, procedió a darle el alto exhibiendo su arma reglamentaria, con el fin de sustraer la cocaína que se transportaba, produciéndose en ese momento la intervención de los funcionarios del cuerpo de la Policía Nacional, que llevaban la investigación de los hechos.
Marino J. Giménez también fuera detenido en su casa de Tomiño el 26 de abril del 2016 por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional dentro de la Operación Vida por la trama de extorsión a vendedores en los mercadillos.