Uno de los manjares más cotizados en Navidad es la angula. Su valor se dispara en esta época con precios prohibitivos y no aptos para cualquier bolsillo. A pesar de ello, son muchos los que ponen a la mesa este plato, aunque, este año, las posibilidades de degustar la angula del Miño son escasas.
La captura de esta especie ha descendido bruscamente en el primer periodo de campaña, que se ha cerrado con un total de 70 kilos de angula pasados por lonja, frente a los 170 de noviembre del año pasado o los 395 del ejercicio anterior. Según las estadísticas de la Xunta, el arranque de la campaña es el peor del lustro en cuanto a cantidades y el segundo en precios.
Como contrapartida, los precios han sido al alza y, sólo en el 2015 se superaron los 409 euros a los que se pagó de media el kilo en el inicio de la temporada. En aquel año alcanzó los 421 euros de media a pesar de que las capturas fueron de 183 kilos en lonja.
La angula se captura durante los diez días comprendidos entre el cuarto menguante y el cuarto creciente. En esta primera luna de temporada, las ventas han supuesto un total de 28.652 euros, según los registros de la Xunta en la lonja de A Guarda.
De momento es aventurado prever que el resto de la campaña se igual de malo, ya que estos son datos relativos al mes de noviembre más lluvioso de la década. La angula se pesca cuando el curso del río se invierte, es decir, que con la fuerza de las mareas el curso del agua cambia de forma ascendente, lo que aprovechan los pescadores para capturarlas, ya que la angula aprovecha esta acción para salir de la arena.
“Este exceso de lluvias hizo que desde Tabagón hacia arriba no se invirtiera el curso del río, por lo que era imposible capturarla y por eso, hubo pescadores que, pese a contar con la preceptiva licencia, ni si quiera salieron a faenar”, señala Fernando Ferreira, presidente de la Asociación de pescadores del Miño.
“Tendrían que cambiar mucho las circunstancias para que pudiéramos comer angula del Miño este año. Lo más importante es que pare de llover para que el río pueda estabilizarse”, indica Ferreira.
Las perspectivas meteorológicas no son muy halagüeñas, pero para la próxima luna, que arranca el jueves 19 de diciembre, serán más los pescadores que salgan a faenar, ya que la Navidad es la época de mayor demanda, pese a que los precios llegan a duplicarse.