Un total de catorce piedras con petroglifos realizados desde el Neolítico a la época moderna conforman el conjunto situado en el alto del Coello, Fontiñas y Rozacús, en Randufe.
En un proyecto del Concello de Tui, financiado por la Diputación de Pontevedra, y con la colaboración de la Comunidad de Montes de Randufe, la empresa Árbore Arqueoloxía y Restauración llevó a cabo su limpieza y puesta en valor.
En la tarde del jueves, tuvo lugar una visita inauguración de esta actuación llevada a cabo y que permitió descubrir nuevos petroglifos.
La actuación consistió en la limpieza, tala y desbroce de la zona y en la eliminación de la vegetación superficial en las rocas. Esto permitió descubrir nuevos grabados, ya que antes de la intervención sólo se conocían los existentes en cinco piedras, y en la actualidad, el número se elevó hasta 14 que cuentan con petroglifos.
Fueron colocados tres paneles indicativos realizados en acero corten con la información sobre el conjunto y, realizado con corte por laser, la representación de los caballos que aparecen en uno de los petroglifos de Fontiñas. Al lado de cada piedra se colocó un calco de los petroglifos existentes realizado con fotogrametría, lo que permite al visitante su mejor localización. El mejor momento para observarlos es al amanecer o al atardecer, ya que en esos momentos la luz existente hace destacar los surcos del grabado.
También se aconseja la visita de noche con linternas.
Así, en este conjunto podemos encontrar molinos sedentes del Neolítico que podrían estar relacionados con la evidencia de un poblado prehistórico en el alto del Coello. Aparecen en otras rocas animales como caballos asociados a la Edad de Bronce. De la misma época podrían ser otros de los motivos representados como círculos o cuevas. Además, en la práctica totalidad de las rocas, posiblemente fruto de un proceso de cristianización de la zona, hay grabadas cruces, e incluso en una de las rocas aparece un cáliz, que podrían corresponder a la época medieval-moderna. La actuación realizada también permitió recuperar la toponimia local como es el caso del nombre de Fontiñas.