El Mecalia Atlético Guardés se despide de 2024 con un sabor de boca inolvidable. El Derbi As Nosas se quedó en A Sangriña después de 60 minutos frenéticos, tras los que un partido de ritmo y exigencia elevadísimos se cerró con cuatro goles a favor de las de Ana Seabra. El Guardés demostró tener la sartén por el mango desde la primera parte del encuentro, si bien supo frenar a un Porriño más capaz de reducir la distancia en el marcador en la segunda mitad.
Las visitantes no pudieron ni empatar el partido en ningún momento, confirmándose la décima victoria del año para las de A Guarda y culminando de la mejor forma posible la gran fiesta del balonmano gallego, que un Inferno lleno hasta la bandera celebró por todo lo alto. Destacaron especialmente Cristina Cifuentes, con 7 goles en total, y Cecilia Cacheda, que además jugó toda la segunda parte con un dedo roto en la mano izquierda y sobre cuya lesión se conocerán más datos en los próximos días.
Pali Fernández fue la encargada de inaugurar el marcador, con un acierto desde los siete metros que Ana Palomino no pudo frenar desde la portería porriñesa. La misma reiteró el acierto, esta vez en jugada, apenas un minuto después, dejando al Mecalia liderando con un 2-0 a 3 minutos del comienzo. Y es que el primer gol visitante no llegó hasta bien entrado el primer parcial del encuentro, cuando Micaela Casasola consiguió encontrar un hueco en la férrea defensa local en el que encajar un fuerte cañonazo, pasado el minuto 6.
Ambos equipos salieron a la pista ofreciendo una dura resistencia. Tanto la defensa guardesa como la de Porriño fueron muy destacables, dos barreras impenetrables que generaron tal escasez de goles que a los 10 minutos desde el inicio se mantenía todavía ese 2-1 en el marcador. Además, el elevado ritmo del juego producía muchas imprecisiones en el ataque en ambas bandas, por lo que las pérdidas de balón y los desaciertos en el lanzamiento también fueron comunes en estos primeros momentos.
Fue entonces cuando el Mecalia pareció querer demostrar que podía tener la sartén por el mango. Pasado el minuto 11, dos aciertos muy escurridizos de Cecilia Cacheda primero e Itziar Martínez después revelaron un cambio de dinámica que acababa con el bloqueo en el marcador. En este punto comenzaron a sucederse los goles, aunque siempre con el Guardés marcando el paso, y un novedoso parcial de 4-2 demostraba que las de Ana Seabra dominaban el partido ahora (6-3, min. 15).
La tónica se mantuvo, y las locales llegaron a marcar la máxima diferencia del partido hasta entonces con cuatro goles de ventaja poco después (7-3, min. 16), si bien en muchas ocasiones se encontraban de frente a una Ana Palomino en la portería rival que no estaba dispuesta a que la riada de goles guardeses continuase. Lo mismo le sucedía también el Porriño, ya que Míriam Sempre, en su línea con lo que nos tiene acostumbrados esta temporada, acumulaba ya hasta cuatro paradas en este momento del duelo.
Las de Isma Álvarez aumentaron el ritmo y pudieron recuperarse un poco con un parcial de 2-2, si bien el Mecalia seguía más cómodo y por delante (8-5, min. 20). Las anfitrionas casi hacían lo que querían en A Sangriña, manteniendo una defensa muy fuerte que conseguía frenar las pretensiones porriñesas e incluso atreviéndose a arriesgarse con salidas en solitario y lanzamientos a portería vacía desde casi la otra punta del 40×20. María Palomo, Blazka Hauptman y María Sancha fueron responsables de nuevos aciertos que llevaron a las suyas a repetir esa distancia máxima en el luminoso y prolongaban la ventaja local al final de esa primera parte (10-6, min. 23).
Sin embargo, el Porriño tampoco bajó el ritmo y tuvo tiempo de amenazar con reducir esa distancia. El Derbi As Nosas se fue al descanso con un 12-9 en el marcador a favor de las de Ana Seabra, si bien su alto nivel de juego quizá debería haber generado una ventaja un poco más holgada.
Ese fue el objetivo de la segunda parte para las locales. Pero las visitantes seguían sin querer ponerlo fácil, y el choque se volvió más igualado ahora, dejando los cinco primeros minutos tras el descanso sin goles casi por completo. Rompieron la sequía Paulina Buforn primero y Lucía Laguna después, poniendo ahora sí al Mecalia en importantes aprietos (12-11, min. 36). El equipo de A Guarda no marcó por primera vez desde la vuelta hasta un minuto después, gracias a Cristina Cifuentes desde los siete metros. Y fue precisamente en estos momentos cuando Cecilia Cacheda se rompió un dedo de la mano izquierda, lesión pese a la que continuó jugando durante toda la segunda parte.
El encuentro ofrecía ahora un ambiente muy diferente, con bastante más sufrimiento para la afición en una Sangriña llena hasta la bandera. El Porriño seguía trabajando y había conseguido afinar su ataque, y aunque llegado el ecuador de esta segunda parte no había conseguido empatar el partido, se mantenía a una amenazadora cercanía que obligaba a las de Ana Seabra a estar muy atentas. Dos parciales de 3-2 y 1-3 dejaban ahora una diferencia de tan solo un gol para los últimos 15 minutos del derbi (16-15, min. 45).
La tensión era máxima en el pabellón de A Guarda. Las anfitrionas estaban decididas a luchar y no dejaron de ofrecer resistencia, de la mano de una Míriam Sempere que no perdonaba en la puerta así como de jugadas orquestadas entre Ceci, Itziar y Jazmín Mendoza, entre otras, para impedir que se desinflase su colchón en el marcador. Cinco minutos después, el Mecalia había conseguido mantenerse y defendía ahora una nueva máxima distancia en el luminoso: 21-16, a falta de diez minutos para el final del encuentro.
Y era precisamente el colchón logrado en la primera parte lo que estaba permitiendo al Guardés aguantar. Su rival había subido mucho el ritmo, evitando ahora las pérdidas de balón de las que antes pecaba, reforzando su defensa y demostrando mucho más acierto en el lanzamiento. Sin embargo, las de Ana Seabra resistieron y con creces, pues supieron igualar cada parcial porriñés, no las dejaron llegar a las tablas y su liderato en el marcador no decayó en ningún momento. En estos momentos seguían siendo claves una espectacular Ceci Cacheda en el ataque y una Cristina Cifuentes igualmente acertada, que llegó a sumar seis goles en total, seis de ellos desde la línea de los 7 metros; si bien la plantilla rojiblanca demostró un trabajo coral que ya viene siendo habitual en los momentos cruciales de los últimos partidos.
La dinámica se mantuvo, y el Porriño no logró encontrar la clave para frenar al Mecalia y recuperarse de su ventaja. Dos nuevos parciales de 2-3 y 3-3 reflejaron esta igualdad y el partido se cerró con un 26-22 más que satisfactorio para el pabellón de A Sangriña, que llevó en volandas a las suyas después de 60 minutos de un auténtico despliegue de resistencia y determinación.
Así, el Mecalia Atlético Guardés despedía el 2024 con su décima victoria de la temporada con un buen sabor de boca, reforzando su liderato en solitario (ahora a tres y cuatro puntos de diferencia de sus principales rivales: Costa del Sol Málaga y Super Amara Bera Bera, respectivamente) pero igualmente pendiente de la evolución de la que podría ser una importante lesión para una de sus jugadoras clave.
CRÓNICA: ELENA GARCÍA