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El Mecalia Atlético Guardés no pierde la chispa. Tras la desilusión vivida hace dos semanas en la fase final de la Copa de la Reina, las de Ana Seabra demostraron este sábado que la Liga es lo suyo, y que siguen enfocadas en su objetivo inamovible de hacerse con el título este año. Después de una primera parte en A Sangriña en la que el Guardés no pareció saber encontrar la clave del ataque y en la que llegó a acumular una desventaja de seis goles frente al Caja Rural Aula Valladolid, poco antes del descanso comenzó la remontada local.

Con la distancia reducida a cuatro puntos, el equipo local desplegó un auténtico espectáculo de juego en ataque y en menos de diez minutos tras el regreso de los vestuarios consiguió empatar un partido en que ya no volvió a estar por debajo. Destacaron especialmente Elena Amores y Pali Fernández, muy rápidas al contragolpe y con seis goles a las espaldas cada una, y acompañadas por una África Sempere que llegó a encajar otros cinco tantos en la red rival. Estela Carrera también fue clave para frenar a las vallisoletanas. Con esta victoria el Mecalia consigue resarcirse de la que fuera su segunda derrota de la temporada y suma dos puntos importantes que le permiten encarar con seguridad la recta final de la Liga.

El primer gol del partido llegó de la mano de las visitantes, que consiguieron penetrar en la defensa guardesa a un minuto y medio del comienzo. Las locales no tardaron en responder y Elena Amores desencadenó una riada de goles que dejaba a las suyas tres tantos por delante al término del primer parcial (4-1, min. 5).

Sin embargo, el Aula reaccionó y comenzó a demostrar una superioridad aplastante en los minutos siguientes. El Guardés dejaba ver muchos problemas para transformar su ataque, y se encontraban de frente con una Carmen Sanz que no perdonaba las veces que sí lograban apuntar a puerta. Aunque las de Ana Seabra sí demostraban una defensa fuerte, las vallisoletanas marcaban el ritmo del partido, y pronto llevaron el marcador al empate (5-5, min. 10).

A partir de entonces, la crecida visitante no parecía tener límite. El Aula siguió haciendo su juego, y el Guardés pasó más de quince minutos sin poder encajar ni un solo balón en su red. A falta de cinco para el final de la primera parte, la ventaja del equipo de Valladolid se alzaba hasta los seis goles, duplicando a las locales en el marcador (6-12, min. 25). El Mecalia se encontraba en apuros con mayúsculas, y tenía que poner toda la carne en el asador si quería dar la vuelta a la situación y no caer de nuevo.

Comenzaba entonces la operación remontada. Las de Ana Seabra encontraron la concentración y mostraron ahora señales de vida, encadenando un parcial de 2-0 que hizo a Salva Puig llamar al tiempo muerto en el minuto 28. Pero de poco sirvió: el Guardés ya había conseguido cambiar de mentalidad, frente a un Aula que ya sólo pudo volver a anotar una vez más antes del descanso. En cambio, un acierto de Cristina Cifuentes desde los siete metros cerraba la primera parte del partido con una distancia mucho más asequible para las suyas (9-13, min. 30). La de Pucela sumó 3/3 desde la línea de penalti en este encuentro, manteniéndose como experta de la máxima penalización.

El Mecalia debía aprovechar e intentar extender el buen momento en que se había marchado a los vestuarios para reducir la ventaja vallisoletana. Y las de A Sangriña cumplieron. Con un auténtico despliegue de maestría ofensiva, ocho minutos fueron suficientes para que las de Ana Seabra consiguiesen empatar el partido y comenzar de cero (15-15, min. 38). La primera parte ya no importaba: al Guardés le había costado encontrar su sitio sobre la pista, pero ahora ya sentía el calor de O Inferno y ya no pudo parar.

Y es que precisamente para el deleite de los presentes en A Sangriña, no sólo se cumplió la remontada, sino que el equipo anfitrión dominó el juego a su antojo. África Sempere, Pali Fernández, Elena Amores, Cristina Cifuentes, Jazmín Mendoza, María Sancha… todas querían contribuir a la crecida en el marcador, y un parcial de 5-1 así lo demostraba. El diálogo con el pivote del Guardés estaba funcionando a la perfección, y Estela Carrera también cumplía cuando se la necesitaba bajo palos. La renta guardesa llegó a los cinco goles por encima, confirmando que las locales habían conseguido dar la vuelta por completo a la situación vivida en la primera mitad (22-18, min. 17).

La dinámica se mantuvo, aunque al Mecalia comenzaron a frenarlo la maestría de Carmen Sanz en la portería y algunos lanzamientos precipitados al pie del área. Por todo ello el Aula consiguió acercarse a distancias algo menos seguras (25-22, min. 26), aunque sin lograr dominar a su rival todavía. Sin embargo, Ana Seabra sabía que las suyas no tenían espacio para el error. Era el momento de tirar de serenidad antes que de garra, de aprovechar la ventaja en el marcador para vivir unos minutos finales con la seguridad de una victoria muy trabajada.

Y así lo logró el Guardés. Dos goles más llegaron: el primero, a cargo de la extremo del Aula Angela Zurni, así como un último acierto de la mano de África Sempere a falta de un minuto sin que el Mecalia lo esperase, o lo necesitase. Una parada final de Estela Carrera cerró una segunda parte impresionante para las suyas, en la que a su gran actuación bajo palos la acompañó un total de 17 goles como cañones desde el descanso que hicieron posible que A Sangriña viviese otra victoria más (26-23, final).

Así, el Guardés conseguía resarcirse de una difícil derrota y recuperaba las buenas sensaciones sobre el 40×20 de las que se sabía muy capaz antes de la decepción copera. Con estos dos puntos importantes las de Ana Seabra encaran los últimos seis partidos de la temporada, de los cuales jugará dos ya durante la próxima semana, alzándose desde el liderato una semana más y manteniendo su ventaja frente a sus principales rivales de la parte alta.

Crónica: Elena García