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Todo llega. También la fiesta del balonmano gallego. En este caso, el derbi que acogerá el Municipal de O Porriño, que disputarán el conjunto local y el Mecalia Atlético Guardés este miércoles (20:30). El choque, correspondiente a la décimo quinta jornada de la Liga Guerreras Iberdrola, debió haberse jugado el pasado 19 de febrero. Seis casos de covid en la plantilla del conjunto miñoto propiciaron el aplazamiento. Pero en esta jornada previa al Jueves Santo se ha encontrado un buen acomodo para que la cita pueda presentar un ambiente similar al de un sábado.

Será un partido especial. Siempre lo es. La conmemoración de que Galicia tenga dos equipos en la máxima categoría femenina del balonmano español y que estén separados por apenas 40 kilómetros. Será una reunión de color en la grada, con la animación de ambas aficiones empujando a sus respectivas jugadoras.

Pero, sobre todas las cosas, será una batalla deportiva entre dos equipos de élite que buscan superarse mutuamente. Por el orgullo y la satisfacción de batir a tu enemigo más íntimo y por los puntos, importantes para ambos. El Porriño tratará de cerrar cuanto antes la permanencia para pensar en mejorar posiciones hacia la mitad de la tabla. Por otra parte, una victoria impulsaría al Guardés en su lucha por Europa y en su pretensión de escalar algún puesto más desde el quinto que ocupa en la actualidad.

Para lograrlo, José Ignacio Prades cuenta con todos sus efectivos, toda vez que Lorena Pérez, ya recuperada de su lesión de rodilla, gozó de minutos el pasado sábado ante Zonzamas. Por su parte, Isma Martínez tiene la importante baja de la excentral del Guardés Anthía Espiñeira. Sí podrá disponer de un colectivo en crecimiento, capaz de empatar ante el líder Bera Bera o ganar al poderoso Rocasa. Mica Casasola, Aitana Santomé o Sarai Samartín son varias de sus armas más peligrosas. Sin olvidar a exjugadoras del Mecalia como Estela Carrera, Haridian Rodríguez o Inés Hernández.

El último antecedente resulta beneficioso para el Guardés. En el choque de la primera vuelta en A Sangriña, el conjunto miñoto superó con rotunda claridad al de A Louriña (32-22). Lo hizo tras una primera parte brillante, que ya está entre las mejores de la temporada. No obstante, el choque inmediatamente anterior a ese, en la Supercopa Galicia que cerró la pretemporada, cayó del lado rojo (27-28). Pero si el pasado importa poco en el deporte, mucho menos en los derbis. Cada uno es una historia diferente y todos tienen una carga emocional que los vuelven imprevisibles. El de este miércoles no será diferente. Lo único seguro es que en esta fiesta, el que gana es el balonmano gallego.

Alicantino de nacimiento, pero guardés de adopción. Así se siente el técnico del Mecalia que, como gallego asimilado, siente también como propio el derbi. “Disfrutar de un derbi en la máxima categoría siempre es algo para congratularse”, proclama José Ignacio Prades. “Los dos equipos llevamos muchas temporadas compitiendo en la élite. Vivir año tras año estos partidos habla muy bien de la salud del balonmano en Galicia y esperemos que siga mejorando”, añade el también seleccionador español, que espera y desea “una fiesta” en el Municipal porriñés.

Pero más allá de las connotaciones sociales, conmemorativas y de repercusión hacia el exterior está lo que sucede dentro del 40×20. “Es un partido muy especial, con toda la carga emocional que conlleva”, avisa el entrenador del Mecalia, consciente de los matices particulares que tienen la preparación de este tipo de encuentros. “Es muy bonito de jugar, pero también son dos puntos vitales para ambos equipos”, advierte.

En ese sentido, Prades destaca que su equipo saldrá a darlo todo desde el minuto 1 porque espera un choque “muy difícil”. Para el de Petrer, el Porriño tiene “un equipo más que compensado y equilibrado, con una propuesta muy clara”. Y señala a Isma Martínez artífice de ese compendio de virtudes. “Hace un trabajo fenomenal y tiene a su equipo muy bien trabajado. Juega un balonmano muy atractivo”, sostiene para concluir un José Ignacio Prades que recuerda que Porriño ha sido capaz de “pelearle a los grandes”, como sucedió con el empate cosechado ante el líder Bera Bera y el triunfo frente a Rocasa.